Equidad, un juego donde todos ganan

De acuerdo con uno de los objetivos de la ONU en materia de desarrollo sostenible, alcanzar la igualdad de género es parte fundamental para la agenda 2030.

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La brecha de género a nivel global sigue siendo una asignatura pendiente. De acuerdo con uno de los objetivos de la ONU en materia de desarrollo sostenible, alcanzar la igualdad de género es parte fundamental para la agenda 2030.

Considerando el índice de brecha de género del Foro Económico Mundial, que mide la equidad en materia económica, de salud, y política, al ritmo que el mundo ha avanzado en los últimos años, ¡nos tomaría 132 años en alcanzar la equidad!

De acuerdo con un estudio de Moody’s Analytics, la subutilización de las mujeres en el campo laboral causa una pérdida económica tanto a nivel individual como global, de ahí nace la urgencia de lograr equidad. Al cerrar la brecha de género e incorporar más mujeres en la vida laboral, especialmente en puestos de alta jerarquía, puede aumentar la productividad y el nivel de actividad económica. El mundo sería otro si lo lográramos.

Para darnos una idea sobre la brecha de género, a nivel global solamente 23 por ciento de los roles ejecutivos son representados por mujeres, y considerando las empresas de Fortune 500 solo 6.5 por ciento están dirigidas por mujeres. Con base en los cálculos realizados por Moody’s, si los países miembros de la OCDE cerraran la brecha de género en ocupación, en particular en puestos directivos, la economía aumentaría 7 por ciento o cerca de 7 billones de dólares.

En el caso de México, tomando en cuenta los números del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), estima que si se incorporaran 8.5 millones de mujeres adicionales al mercado laboral, representaría un incremento de 15 por ciento del PIB acumulado en términos reales de los próximos siete años.

Con información de las empresas listadas en las Bolsas Mexicanas de Valores, la participación de mujeres es de 36 por ciento de la plantilla laboral, y solamente 4 por ciento están dirigidas por una mujer. En términos del máximo órgano de gobierno corporativo, las mujeres representan sólo 11 por ciento de los asientos del consejo, un punto adicional a lo que había el año pasado, por lo que a este ritmo tardaríamos varias décadas más en lograr la equidad.

McKinsey & Company, una consultora que ha realizado en los últimos años estudios en materia de equidad, señala que, aumentar la participación de mujeres en puestos de alta dirección mejora sustancialmente los retornos en el capital invertido, y la posibilidad de generar mayor valor se incrementa cuando se tienen equipos directivos integrados por mujeres, reflejando un mejor desempeño financiero. Como parte de los beneficios puntales, la consultora señala una expansión de 55 por ciento en el margen de utilidad, y un aumento en el ROE de 47 por ciento.

Incorporar e impulsar a más mujeres en puestos de alta jerarquía tiene un efecto multiplicador. Resulta más fácil encontrar identidad en el mismo género, más aún si los líderes son mujeres que se desarrollan en la misma industria. Esto genera mayor movilidad, mayor apertura y más visibilidad de lo que se puede alcanzar.

Como mujeres tenemos el compromiso de mostrar y ejercer nuestra disposición para buscar el bien, con la convicción de transformar a la sociedad, de crear y hacer crecer. Es confiar que la suma en cualquiera de sus formas, incluye a las mujeres y no tenerlo claro, con toda certeza es una resta para la sociedad y su desarrollo. Es creer que se puede, es levantar la mano, alzar la voz y tomar acción. Es poner nuestros ojos, nuestra mente y nuestro corazón, para provocar un cambio de paradigmas con la idea de crear un horizonte ilimitado para el ser humano y su potencial.

Debemos de abrazar con mirada visionaria las ventajas de renunciar al statu quo, con la convicción de generar ese cambio positivo que, al inspirar nuevos liderazgos, pone delante de nosotros un presente prometedor, para un futuro de mejores y mayores oportunidades para todos. Si decidimos luchar en favor de la equidad, es como jugar a la perinola, donde toca que todos ganan. Mejor dicho aún, TODOS GANAMOS.

Fuente: elfinanciero

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