Activistas acusan a Israel de tortura: los metieron a jaulas sin agua ni medicamentos

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“Nos trataron como insectos. Tratan a todos así. Torturaron a Greta Thunberg. Lo vi con mis propios ojos. Torturaron a Greta”, denunció el periodista turco Ersin Çelik.

Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo).- Los activistas de la Flotilla Global Sumud que quedaron libres y que han podido regresar a su nación de origen han denunciado cómo el Gobierno de Israel los ha tratado “como insectos” torturándolos como ocurrió con Greta Thumberg, a quien “arrastraron por el suelo” y “la obligaron a besar la bandera israelí”, como denunció el periodista turco Ersin Çelik, integrante de flotilla, a CNN, luego de que fue liberado y logró regresar a su país. “Hicieron lo mismo que los nazis”, acusó.

Los miembros de la Flotilla Global Sumud, que transportaban ayuda humanitaria hacia la franja de Gaza han dicho que desde el momento en que fueron secuestrados por las fuerzas armadas por Israel han enfrentado amenazas, además mantenerlos en condiciones insalubres en jaulas donde estaban hacinados sin agua ni medicamentos.

El diario español El País recogió los testimonios de algunos activistas españoles, quienes lograron regresar a suaís en un primer grupo tras ser detenidos mientras hacían parte de la Flotilla Global Sumud. En este grupo se encuentra el abogado Rafael Borrego, originario de Andalucía, España, quien tras su arribo a esta nación afirmó que tanto él como el resto de la flotilla fueron víctimas de tortura física y psicológica por parte de las autoridades de Israel.

“Nos han golpeado, nos han arrastrado por los suelos, nos han vendado los ojos, nos han atado de pies y manos, nos han metido en jaulas, nos han insultado”, detalló Borrego, declaraciones que consignó y publicó El País este domingo 5 de octubre. El activista aseguró que hubo una escalada notable de violencia cuando la flotilla arribó al puerto de Ashdod, en Israel, en donde además de mantener a los detenidos maniatados, también les robaron sus pertenencias.

“Estuvimos siete horas maniatados con las manos en la espalda, sentados en el asfalto de noche, mientras se paseaba el ministro extremista Ben Gvir”, denunció Borrego. “Nos robaron prácticamente todos nuestros objetos personales”, agregó el abogado. Este fue el primer grupo de 20 activistas que llegó a Madrid procedente de Tel Aviv, capital de Israel, entre quienes también se encontraba Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona.

La exfuncionaria española confirmó los malos tratos a los que fueron sometidos tras ser detenidos y puestos en prisión por el Gobierno de Israel, en su intento por llevar ayuda humanitaria a la población de la Franja de Gaza. “Nos han secuestrado de forma ilegal en aguas internacionales. Ha habido maltrato, pero no es nada comparado con lo que sufre cada día el pueblo palestino cada día”, sostuvo.

Los activista españoles subrayan que aún quedan 29 activistas españoles por ser liberados y repatriados – en este primer grupo llegaron sólo 21–, de más de un centenar que integraban la Flotilla Global Sumud, misma que fue interceptada, entre la noche el 1 y 2 de octubre, en aguas internacionales, por parte del ejército de Israel, por lo que han llamado a la movilización popular.

La organización jurídica Adalah, que lleva a cabo la defensa de los activistas, se unió a estas denuncias, al señalar que los integrantes de la GSF han sido torturados. Por ejemplo, a los activistas con algún padecimiento, como hipertensión, diabetes o cáncer, se les ha negado sus medicamentos “esenciales». Además, acusaron de que a los activistas tampoco se les proporcionó, por horas, agua, alimentos y fueron consignados en celdas superpobladas, insalubres y en donde tenían que dormir en el suelo.

Los activistas españoles que fueron liberados confirmaron la denuncia de Adalah, en específico el hecho de que a los activistas enfermos se les negó la medicación. En este sentido, el abogado Borrego recordó que las autoridades israelíes le dijeron a un activista diabético que necesitaba insulina que “no tenían médicos para animales”. Otros de los activistas españoles también comentaron que entre los actos de tortura sufridos estaban la privación del sueño, amenazas con perros y con armas en la cabeza y corazón.

The Guardian publicó un informe diplomático que ahonda los malos tratos contra la activista Greta Thunberg, quien presentó deshidratación y no tuvo acceso a alimentos. Además de que fue obligada a permanecer sentada por horas y sin acceso a la atención médica. El testimonio de la activista, Ayçin Kantoglu confirmó que las autoridades de Israel les negaron medicinas esenciales y alimentos hasta por 40 horas, y que al solicitar agua potable, los custodios indicaron que se hidrataran con el agua de los baños.

Carlos de Barrón, periodista de El País, y Néstor Prieto, periodista de Público, también arribaron con el primer grupo de activistas españoles, momento que aprovecharon para leer un comunicado en el que dieron fe de todos los abusos cometidos por las autoridades israelíes, enfatizando que por tratarse de la prensa “son un objetivo militar prioritario”, incluso De Barrón recordó el momento en que fue detenido y agredido físicamente por un soldado israelí.

“Nos hemos visto obligados a embarcar porque no podemos realizar nuestro trabajo sobre el terreno, pues los periodistas sobre el terreno son un objetivo militar prioritario”, sostuvo De Barrón, quien recordó que desde que estalló el conflicto en la Franja de Gaza han muerto más de 200 reporteros. “Cuando vieron que en mi chaleco ponía ‘prensa’, un soldado me dijo: ‘¿Ah, periodista?’ Y me obligó a pasar unos 45 minutos contra el suelo, con las manos esposadas y presionándome fuertemente la nuca con el codo”, relató.

En tanto, Prieto también confirmó la tortura que han denunciado otros activistas, además, aseguró que las autoridades israelíes firmaron papeles a sus nombres en los que aceptaban haber ingresado ilegalmente a Israel, les plantaron documentos en hebreo y les negaron el acceso a un traductor . “Hemos llegado en una situación de absoluta indefensión”, sostuvo el periodista español.

“Han firmado en nuestro nombre una declaración en la que afirmamos haber entrado ilegalmente en Israel y ser capitanes de barco, cuando somos gente sin ninguna formación marítima, han plantado documentación en hebreo delante de nosotros, negándonos derecho a traductor, y no hemos tenido asistencia consular porque no permitieron acceder al cónsul al puerto de Ashdod”, agregó Prieto.

Los activistas turcos que el pasado sábado 6 de octubre lograron regresar a su país, también denunciaron los abusos y violaciones a las que fueron sometidos durante su detención en Israel. Medios turcos consignaron algunos relatos, por ejemplo, el activista turco Haşmet Yazıcı relató que el barco que lo transportaba fue atacado en aguas internacionales por drones israelíes y por lanchas de asalto con la intención de hundir la embarcación.

Detalló que a su llegada al puerto de Ashdod, los activistas fueron maniatados y obligados a mantener la cabeza pegada al asfalto caliente, y que quien se atreviera a cambiar de posición era golpeado salvajemente. Además, cuando los activistas turcos intentaron declarar en su idioma, una agente de seguridad israelí los insultó diciéndoles: “Turcos sucios, ya oléis mal”, consignaron medios de comunicación de Turquía.

Bekir Develi, un presentador de televisión turco y activistas que hacía parte de la GSF, dijo que los mantuvieron detenidos sin comida por dos días, y que si se atrevían a pedir agua eran golpeados. Asimismo, confirmó que los elementos del ejército israelí les robaron sus pertenencias y dinero.

Mesut Çakar, otro activista, aseguró que Itamar Ben-Gvir, Ministro de Seguridad Nacional de Israel y quien sostuvo que los activistas de la flotilla Sumud eran “terroristas” por tratar de ayudar a los palestinos en Gaza, acudió a la prisión en la que se encontraban los activistas turcos para burlarse de su situación, ya que se reía mientras les tomaban fotos y videos.

Tras la intercepción de la Flotilla Global Sumud y la detención de sus tripulantes, Amnistía Internacional (AI) consideró que el hecho evidencia la intención de Israel de asesinar “deliberadamente de hambre a la población palestina” que forma parte de la Franja de Gaza. A través de un comunicado, la organización también hizo un llamado al Gobierno israeli para que se ponga en “libertad inmediata” a la “tripulación de las embarcaciones interceptadas”

“Al seguir bloqueando activamente una ayuda vital para una población contra la que Israel está cometiendo un genocidio, entre otros medios con la hambruna, Israel demuestra, una vez más, su total desprecio por las órdenes legalmente vinculantes de la Corte Internacional de Justicia y sus propias obligaciones como potencia ocupante de garantizar a la población palestina de Gaza el acceso a alimentos suficientes y asistencia humanitaria vital”, señaló AI.

“Esta interceptación no sólo bloquea ayuda humanitaria: es un acto calculado de intimidación que tiene como fin castigar y silenciar a quienes critican el genocidio israelí y su bloqueo ilegal de Gaza. Nos preocupa enormemente la seguridad de todas las personas detenidas hasta ahora, y en particular, la de las personas delegadas y activistas solidarias árabes a las que se está sometiendo a una incendiaria campaña de estigmatización”, dijo Agnès Callamard, secretaria general de la organización.

Callamard añadió que de manera enfática que las naciones de todo el mundo deben unirse para detener la “hambruna sistemática” en la que la población palestina de Gaza se encuentra sometida por parte de Israel, Estado que por años, dijo, ha actuado en completa impunidad, situación que, exigió, debe de terminar. “Deben presionar a Israel para que levante sus 18 años de asfixiante bloqueo y permita ya que se entregue ayuda a través de todos los pasos fronterizos con Gaza”, dijo.

“Se acabó el tiempo de la mera condena. Los Estados de todo el mundo deben actuar ya y dejar claro ya que no seguirán tolerando la hambruna sistemática a la que Israel está sometiendo a la población palestina de Gaza ni sus ataques contra iniciativas humanitarias civiles desarmadas. Las décadas de impunidad para las flagrantes violaciones del derecho internacional por parte de Israel deben acabar; nada justifica un genocidio”, subrayó.

Fuente: sinembargo

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