Así ha sido el matrimonio Microsoft: tres hijos y un proyecto en común

Bill y Melinda Gates, que se conocieron en una cena en 1987, comparten la Fundación que aseguran permanecerá intacta

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Empresario, informático y filántropo, Bill Gates pasará a la historia por ser el cofundador de la poderosa Microsoft. Padre del sistema operativo Windows, Gates nació el 28 de octubre de 1955 en Seattle (EE.UU.) en una familia de clase media. Descubrió la informática en un colegio privado de Lakeside, en Seattle, escuela que ya en 1968 tenía un ordenador. Con solo 13 años comenzó a escribir sus primeros programas en lenguaje básico y creó su primer software.A los 17 años se asoció con su amigo Paul Allen, a quien conoció en el colegio, para establecer su primera empresa, Traf-o-Data, que analizaba los datos del tráfico vial. Por aquel entonces, además de sus habilidades informáticas muestra sus cualidades emprendedoras y contrata a varios de sus compañeros para recopilar los datos. «Tuve la suerte de encontrar algo que me gustaba hacer y que con los años se fue convirtiendo en algo cada vez más importante», explicó en 2018 en Reddit.

En 1973, se incorporó a Harvard, pero solo estuvo dos años. Dejó la prestigiosa universidad para fundar con su amigo Allen su propia empresa. El 4 de abril de 1975 nació Micro Soft.

Los dos jóvenes compran un software operativo, lo modifican renombrándolo MS-DOS -Microsoft Disk Operating System-, y lo ofrecen al gigante del sector, IBM conservando sus derechos de propiedad intelectual, una decisión que asegurará sus fortunas. IBM no pide exclusividad y les permite instalar el software, -posteriormente rebautizado como Windows-, en sus ordenadores. El grupo ingresó en Bolsa en 1986, donde ahora está valorado en alrededor de 1.890 millones de dólares, lo que lo convierte en la segunda mayor capitalización del mundo, detrás de Apple.

Hoy en día, Windows ejecuta la mayoría de los ordenadores del mundo.En 2000, William Henry Gates III, de 65 años, cedió la dirección general del grupo para dedicarse a su Fundación Bill y Melinda Gates. En 2008 deja toda la función ejecutiva de Microsoft y en marzo de 2020 abandona su puesto como administrador del grupo, último enlace que le mantenía vinculado al gigante que cofundó.

Siguiendo la tradición estadounidense, iniciada por los grandes capitanes de la industria del siglo XIX, se dedica a la filantropía con su hasta ahora mujer Melinda.

Quien es Melinda French

Melinda French es licenciada en Informática y Administración de Empresas por la Universidad de Duke y conoció a Bill Gates en 1987 en una cena de trabajo en Nueva York cuando esta era ingeniera en Microsoft, empresa a la que llegó en 1986 y en la que participó en la creación de productos como la Enciclopedia Encarta o las primeras versiones de Word. Pasaron siete años hasta que se casaron en el Manele Bay Hotel en Maui el 1 de enero de 1994.

Más habladora y más atractiva, Melinda Gates, de 56 años, fue un contrapunto a la austeridad de su esposo. Dedicada a la Fundación Bill y Melinda Gates, con sede en Seattle, trabaja desde el año 2000 para promover una mayor equidad en las áreas de salud, educación, acceso a bibliotecas y apoyo para niños necesitados además, ha contribuido a denunciar el desequilibrio de sueldos y poder de las mujeres respecto de los hombres en la industria tecnológica.

A lo largo de estos 27 años de matrimonio la pareja, que reside en una casa en la ladera de una colina con vistas al lago Washington, en Medina, ha tenido tres hijos: Jennifer Katharine (1996), Rory John (1999) y Phoebe Adele (2002).

Amantes de la familia y de las tradiciones no han dudado en dejar el trabajo a un lado para ocuparse de los suyos. En diciembre de 2019 Melinda Gates subía a su perfil de Instagram una imagen de su familia donde escribía: «Navidad. Es mi época del año favorita, siempre lo ha sido. A lo largo de los años, Bill y yo hemos tratado de mantener vivas las tradiciones con las que crecimos con nuestra propia familia, mientras comenzamos algunas propias. Una de ellas es algo que llamamos ‘cerrar las puertas por Navidad’. Tan pronto como a los niños les dan las vacaciones, nos retiramos de nuestras rutinas habituales y pasamos ese tiempo con la familia. Cuanto mayores y más ocupados se vuelven nuestros hijos, más especial se vuelve ese momento. Estoy agradecida de que todavía podamos permitirnos estar presentes en los momentos que importan y darle a esta época del año el espacio en nuestros corazones que se merece. Que sus vacaciones estén llenas de calidez, asombro y tiempo con sus seres queridos».

Fuente: ABC

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