En México, las deudas no son algo ajeno a la vida cotidiana. Casi todos, en algún momento, hemos tenido algo pendiente con el banco, una tarjeta que se nos fue de las manos o un crédito que no pudimos cubrir a tiempo.
Y justo ahí entran en escena las agencias de cobranza. Su papel es conectar a las personas que deben con las instituciones que buscan recuperar su dinero. Aunque su función es completamente legal, también están sujetas a reglas muy claras sobre cómo deben actuar.
Por eso, saber quién las regula y qué pueden o no hacer se vuelve fundamental para evitar abusos y encontrar salidas justas a los problemas financieros.
Las agencias de cobranza no son nuevas ni trabajan en la sombra. Son empresas que actúan como intermediarias entre los bancos y quienes tienen una deuda pendiente. Su tarea principal es recuperar pagos atrasados de tarjetas de crédito, préstamos, hipotecas o cualquier otro compromiso financiero que no se haya cubierto a tiempo.
En México, la autoridad que vigila su actividad es la CONDUSEF (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros).
Desde hace ya varios años, todas las agencias que realizan tareas de cobranza deben estar registradas en REDECO, una plataforma pública donde cualquier ciudadano puede revisar si una agencia está legalmente autorizada, presentar una queja o confirmar si ha tenido denuncias previas.
Lo que sí pueden hacer… y lo que no
Las agencias de cobranza sí tienen derecho a contactar al deudor por diversos medios, como teléfono, correo electrónico, mensajes SMS o visitas domiciliarias, pero deben hacerlo dentro de ciertos márgenes legales y con absoluto respeto a la privacidad.
Lo que sí está permitido:
- Llamar al deudor de lunes a viernes entre las 7:00 y las 22:00 horas, y los fines de semana entre las 9:00 y las 14:00 horas.
- Identificarse claramente como despacho de cobranza y mencionar el nombre de la institución financiera que representan.
- Proponer opciones de pago o negociación de la deuda.
- Enviar notificaciones por escrito, siempre sin ostentarse como autoridad judicial si no lo son.
Lo que no pueden hacer bajo ninguna circunstancia:
- Amenazar con embargos o cárcel si no existe una orden judicial de por medio.
- Utilizar un lenguaje agresivo, vulgar o intimidante.
- Contactar a terceros, como familiares, compañeros de trabajo o empleadores, sin el consentimiento del deudor.
- Simular ser una autoridad, abogado o actuar como si existiera un proceso legal sin que realmente lo haya.
- Realizar llamadas en horarios prohibidos o de forma excesiva y reiterada.
Si el usuario considera que ha sido víctima de alguna de estas prácticas, puede acudir directamente a la CONDUSEF o registrar su queja en REDECO.
¿Cómo actuar ante una agencia de cobranza?
Cuando un despacho de cobranza se pone en contacto con una persona, lo más importante es mantener la calma, informarse y no ceder ante presiones indebidas. No todas las llamadas implican riesgos o amenazas reales, muchas veces lo que se busca es simplemente establecer comunicación para negociar el adeudo.
Un ejemplo claro es ASECON, un despacho de cobranza que actúa como intermediario entre quienes tienen deudas y las instituciones financieras. Su función es recuperar deudas vencidas, como préstamos o saldos de tarjeta de crédito que no fueron pagados. Contactan a los deudores cuando la institución ya no puede recuperar la deuda directamente.
En México existen muchas agencias de cobranza registradas legalmente. Algunas de las más importantes son la mencionada Asecon, Muñoz y Asociados, entre otros, que trabajan con las instituciones bancarias más grandes del país. Todas ellas tienen presencia en el REDECO y están sujetas al marco normativo de la CONDUSEF.
Es fundamental entender que trabajar con una agencia registrada da mayor seguridad al proceso, ya que cualquier irregularidad puede denunciarse formalmente y tiene consecuencias legales. En cambio, los cobros informales o provenientes de agencias no registradas pueden ser indicio de fraude o de prácticas poco transparentes.
Tener una deuda no implica perder tus derechos. Toda persona tiene derecho a ser tratada con respeto y sin intimidación, exigir identificación del cobrador, negociar condiciones acordes a su capacidad de pago, solicitar que las llamadas se detengan si ya se ha llegado a un acuerdo y acudir a la CONDUSEF si siente que ha sido víctima de malas prácticas.
La CONDUSEF incluso ofrece asesorías gratuitas para guiar a los ciudadanos sobre cómo proceder ante agencias de cobranza. En su sitio web se puede consultar el estatus del despacho y levantar una queja si es necesario.
Las agencias de cobranza cumplen una función legítima dentro del sistema financiero mexicano, pero deben hacerlo con apego a la ley y respeto hacia los ciudadanos. Entender tus derechos, mantener la documentación en regla y actuar con inteligencia frente a estas situaciones es la mejor forma de resolver un adeudo sin caer en abusos ni malentendidos. Si una agencia se comporta de forma indebida, el respaldo de la CONDUSEF está allí para ayudarte.








