Ahí estábamos los reporteros recostados en la acera o sobre la valla porque no nos dejaban pasar. Vino a mi memoria ese día fatídico en que increíblemente nos echaron gases lacrimógenos y corrimos todos buscando a donde resguardarnos pues no sabíamos hasta donde llegaría ese ataque de nuestra seguridad pública.Varios compañeros y yo llegamos hasta el restaurante Winner¨s donde nos gritaban que fuéramos a los baños a lavarnos sobre todo los ojos. Si terrible sufrimos con los gases lacrimógenos ese día.Así fue creo un 20 de junio afuera del Congreso, los primeros roces entre los granaderos y los manifestantes comenzaron alrededor del mediodía. Medios locales reportamos empujones, golpes y gases lacrimógenos usados contra los ciudadanos y periodistas. Sin embargo, a la postre se logró ingresar al recinto legislativo.Al respecto, el hoy exgobernador Roberto Borge condenó “los hechos violentos perpetrados contra uno de los Poderes del Estado”.Ese inolvidable día, “A las 6 de la tarde el recinto legislativo lucía cerrado. La puerta principal y los ventanales de la fachada tenían cortinas anticiclónicas. De no ser por las vallas que rodeaban todo el lugar, cualquiera pensaría que se esperaba un huracán. Y tal vez sí. Un huracán no anunciado, por parte de los ciudadanos que, por primera vez, acudieron al Congreso de Quintana Roo, en Chetumal, a exigir cuentas claras”.“La convocatoria llegó por redes sociales. Se citaba a las 6 de la tarde para impedir que en el Congreso se aprobara más deuda pública para el municipio de Solidaridad. Todo esto en un marco de especulaciones que circulan desde hace unos días en relación con nombramientos que buscan, se decía, blindar al gobernador Roberto Borge, quien terminaba su mandato en septiembre”.“Una mujer con un megáfono explica que la protesta es pacífica y que quieren entrar a la sesión pública. Trece minutos más tarde algunos hombres tiran las vallas metálicas que impedían el acceso al estacionamiento. La gente entra y se coloca frente a la puerta cerrada del recinto. Y comienza a corear: ¡Abran la puerta! ¡Abran la puerta! “.“No hay consignas preparadas, ni mantas. Apenas unas cuantas cartulinas en las que se lee: “Chetumal cansado de tanta corrupción. Chetumal ya despertó”, “Ya basta de corrupción, exigimos rendición de cuentas”, “No queremos deudas que no son nuestras”.“El recinto se llena con gritos: “¡rateros!, ¡rateros!, ¡rateros!” Y a continuación: “¡corruptos!, ¡corruptos!, ¡corruptos!”. Diputadas y diputados salen con el rostro desencajado. No es para menos. Al final del día parece que el huracán, con todo y cortinas anticiclónicas, entró al recinto legislativo”, Este relato de lo ocurrido es un tanto parecido a lo que pasó este mismo día. DESTACO, RECALCO; No debemos olvidar que el congreso es un lugar donde suelen ocurrir muchas protestas, emblemático y muy apreciado por los ciudadanos y eso de querer abrir una cafetería ha puesto en el “ojo del huracán” a gobierno y ciudadanos porque primero es una cuestión de es lealtad dicen que quieran poner una cafetería y quitarle la venta -la poca que tienen- los negocios cercanos a este recinto legislativo, segundo es patrimonio cultural.Incluso en las reuniones escucho se recuerda a los diputados Constituyentes que lucharon para que exista este congreso del estado y se vuelva Payo Obispo, ESTADO, ese pueblo que dentro de la selva existía y que el gobierno federal explotaba mucho su territorio sin dar nada a cambio, los nombran para recordar que los primeros pobladores de este terruño eran hombres valientes…Y es que para los ciudadanos no es grato ni justo que el poder legislativo maneje una cafetería porque no necesita las ganancias que nuestros comerciantes SI necesitan, segundo si la van a poner pues que cambian a otro edificio parte de Congreso como han hecho tienen creo unos 4 edificios en Chetumal rentados donde albergan otras direcciones y archivos de este poder EN DONDE SE VA MUY BUENOS RECURSOS por lo que si construyeran un gran edificio para albergar a todo lo que esta esparcido en estos cuatro lugares.Lo cierto es que en estos días veo con mucha inquietud que ni CRISTINA Torres tomo “al toro por los cuernos” y dio una solución a este problema en la reunión que tuvo con un grupo, uno de los varios que he detectado que se están conformando para dar “batalla campal”, si es que siguen con ese proyecto de poner la cafetería y no volver a poner la estatua de Andrés Quintana Roo…
