Sus hijos han enviado un comunicado a la revista ‘People’ en el que agradecen las muestras de cariño y apoyo.
El pasado 11 de octubre Hollywood se tiñó de negro al informarse la muerte de Diane Keaton, actriz icónica y musa de Woody Allen. A pesar de que se confirmó el fallecimiento de la intérprete a los 79 años, se desconocían cuáles habían sido las causas de su muerte. Hasta ahora. La familia de Keaton ha enviado un comunicado, a través de la revista ‘People’ en la que aseguran que «está muy agradecida por los extraordinarios mensajes de amor y apoyo que han recibido estos últimos días en nombre de su querida Diane, fallecida el 11 de octubre causa de una neumonía», se presupone que en su casa de Los Ángeles, California.
«Amaba a sus animales y apoyaba incondicionalmente a las personas sin hogar, por lo que cualquier donación en su memoria a un banco de alimentos local o a un refugio de animales sería un homenaje maravilloso y muy apreciado para ella», ha añadido. Un comunicado que, a pesar que está firmado únicamente como ‘Familia Keaton’, se entiende que tras estas palabras se encuentran sus dos hijos, Dexter y Duke, a los que la actriz adoptó en 1996 y 2001 respectivamente.

Y es que al parecer, el estado de salud de Diane Keaton había empeorado en los últimos meses de forma notable de manera totalmente inesperada. Así lo declararon fuentes cercanas a la familia a la publicación anteriormente citada, a la que aseguraron que el desgaste físico fue tan rápido que incluso muchos amigos de la actriz no sabían que su estado de salud era grave. «Su deterioro ocurrió muy rápido, lo que fue devastador para todos los que la querían. Fue tan inesperado, especialmente para alguien con tanta fortaleza y espíritu», declaró la fuente.
Una muerte que ha pillado por sorpresa a muchos de sus amigos y compañeros de profesión que no dudaron en utilizar sus perfiles en rede sociales para despedirse de ella públicamente. Estrellas de la talla de Woody Allen, quien dijo que «a diferencia de cualquier otra persona que haya existido en el planeta o que probablemente vuelva a existir, su rostro y su risa iluminaban cualquier espacio en el que entraba»; o Nancy Meyers, que la llamó «hermana»; otros como Bette Midler aseguró que ella era «mágica e inimitable».

Cáncer
A pesar de que la causa final del fallecimiento de la actriz fue una neumonía, a lo largo de su vida Diane Keaton se ha enfrentado a diversas enfermedades. Con tan solo 21 años fue diagnosticada con cáncer de piel, una condición que, según relató años después, tiene precedentes dentro de su familia. «Es una historia familiar. Recuerdo que mi tía Martha tuvo un cáncer de piel tan severo que le retiraron la nariz. Mi padre tuvo cáncer basal de piel, y mi hermano también», explicó en una entrevista concedida con ‘Los Angeles Times’ en 2015. «Es complicado con este cáncer de piel. Por eso hay que ponerse protector solar», añadió, asegurando que se arrepiente terriblemente de no haber cuidado más su piel durante su juventud: «En mis 20’s no le daba mucha importancia. No investigaba ni me importaba, y eso fue una tontería porque me ha perseguido toda mi vida adulta, incluso recientemente. No empecé con el cuidado solar hasta los 40», reconoció.
Décadas después de ese primer diagnóstico, Keaton sufrió otro episodio de este tipo de cáncer, pero en esta ocasión se generaron también células escamosas, por lo que tuvo que pasar por quirófano hasta en dos ocasiones.
Durante su juventud, la actriz tuvo que luchar también contra la bulimia, un trastorno alimentario que comenzó cuando trabajaba en un espectáculo de Broadway en el que le pidieron que adelgazara. «Mi cena habitual consistía en un balde de pollo, varias porciones de papas fritas con queso azul y kétchup, algunas cenas de televisión, un litro de refresco, libras de caramelos, un pastel entero y tres pasteles de crema de plátano», un atracón de comida con el que después se provocaba el vómito.
Así lo confesó en su libro de memorias ‘Then Again’, publicado en 2011. «Es parte de mi vida. Guardar secretos no te ayuda en nada. Da igual; sinceramente, no tiene consecuencia, pero para mí es bueno sentir que ya no lo guardo», explicó durante una entrevista en la que le preguntaron por qué se había atrevido a abordar este tema tan personal. «No tengo nada que ocultar. No es relevante, pero para mí se siente bien. Creo que soy una hermana para todas las mujeres —y seguramente hombres también— que hayan tenido algún tipo de trastorno alimenticio, y soy parte del equipo», añadió.
Fuente: ABC