A diferencia de la Tierra, cuyo interior está ordenado en capas bien definidas de corteza, manto y núcleo, el interior del planeta rojo se asemeja más a un pastel lleno de tropezones caóticamente distribuidos.
Un nuevo secreto de Marte acaba de ser revelado. Uno que desafía lo que creíamos saber sobre el modo en que se forman los mundos rocosos. Y es que, lejos de ser un planeta ordenado, con sus capas bien definidas de corteza.
Un estudio científico reveló que el interior de Marte no está conformado por capas lisas y ordenadas como tradicionalmente se muestran en ilustraciones escolares, sino que es una amalgama irregular de rocas que conserva huellas de su violento origen .
A diferencia de la Tierra, cuyo interior está ordenado en capas bien definidas de corteza, manto y núcleo, el interior del planeta rojo se asemeja más a un pastel lleno de tropezones caóticamente distribuidos

La investigación, publicada en la revista Science y liderada por el Imperial College de Londres , señala que el manto marciano contiene fragmentos de hasta cuatro kilómetros de ancho que datan de los primeros momentos de su formación hace 4.500 millones de años. Estos bloques permanecen atrapados como “ fósiles geológicos ”, lo que ofrece una ventana única al pasado del planeta.
Los datos provienen de la misión InSight de la NASA , que durante cuatro años recopiló información sobre la actividad sísmica, la estructura interna y el clima de Marte. Ocho sismos —incluidos dos provocados por impactos recientes de meteoritos— permitieron detectar que las ondas sísmicas mostraban interferencias, evidencia de un interior irregular y fragmentado en lugar de liso.
Según los investigadores, Marte fue golpeado por objetos de gran tamaño en su juventud, liberando suficiente energía para generar océanos de magma . Al enfriarse, quedaron atrapados fragmentos de distinta composición que aún hoy se pueden detectar. A diferencia de la Tierra, cuya tectónica de placas reciclan continuamente su interior, Marte quedó sellado bajo una corteza rígida que preservó estos vestigios como una cápsula del tiempo geológico .
El hallazgo no solo modifica la visión del interior marciano, sino que también ofrece claves sobre la evolución de otros planetas rocosos , como Venus y Mercurio, donde podrían encontrarse patrones similares ocultos bajo sus superficies.
Fuente: ABC








