El sector del entretenimiento de EE.UU. vive con inquietud los avances de la inteligencia artificial (IA), una tecnología que ya permite recrear el desempeño creativo de sus profesionales y ante la que se mantienen en pie de guerra buscando mayor protección para sus trabajos.
El nombre, la imagen, las interpretaciones e incluso la voz de los actores de Hollywood puede ser generada por esta herramienta digital que también se nutre de textos escritos por guionistas y que está mejorando su precisión a pasos agigantados.
El sindicato de actores de EE.UU. (SAG-AFTRA) y el gremio de guionistas de este mismo país (WGA) han mantenido una huelga conjunta de casi tres meses para acabar con lo que, según ellos, supone una «suplantación de identidad» y «vulneración de las obras» por parte de los grandes estudios y servicios de «streaming».
Uno de los últimos ejemplos de personalidades que han alzado la voz abiertamente contra la conocida como inteligencia artificial generativa ha sido Zelda Williams, hija del malogrado actor Robin Williams (1951-2014), tras enterarse de que la voz de su padre fue simulada con este mecanismo casi una década después de su muerte.
«Es un monstruo Frankenstein horrendo e improvisado con lo peor que hay dentro de la industria», opinó Zelda en su cuenta de Instagram.
Fuente: XEU








