CHETUMAL, MX.- A escasos dos meses de terminar el año, el sector restaurantero de Chetumal y Bacalar enfrenta serios problemas económicos ante el desplome de las ventas, lo que mantiene el riesgo de cierre de establecimientos al no generar ingresos que les permitan pagar rentas e impuestos así como salarios de trabajadores, confirmó el presidente de la Canirac Chetumal-Bacalar, Esteban Mera Villanueva.
Explicó que luego de una temporada vacacional calificada de buena, ya que las ventas se mantuvieron en un 75 por ciento “en estos momentos hay serios problemas de liquidez por el desplome en el flujo de comensales pues se reporta apenas un 35 por ciento de actividad en los establecimientos”.
Señaló que, de acuerdo con los reportes, un buen número de afiliados a la Canirac han manifestado su preocupación por la falta de liquidez lo que los pone en riesgo de cerrar puertas a pesar de las expectativas que se tiene de una mejoría para la temporada vacacional de diciembre.
Mera Villanueva dijo que, desde el término de la temporada vacacional de verano, las ventas no se han normalizado y los indicadores son negativos al registrarse apenas un 35 por ciento de actividades en los establecimientos, lo que no está dejando ingresos. Ante esta situación comenzaron una campaña de promoción para ver si mejora la actividad ya que de lo contrario corren el riesgo de bajar cortinas.
Aunque estamos consientes de que en temporada baja la situación económica se torna difícil por la ausencia de turismo, ahora todo se ha agravado por la baja en la afluencia de comensales locales, agregó.
Aunado a la caída de liquidez por la falta de clientes que les impide cumplir con el pago de rentas, salarios de trabajadores y mantener la operatividad, el presidente de la Canirac reconoció que también deben enfrentar el aumento en insumos utilizados en la actividad gastronómica “y todos esos costos los hemos tenido que absorber para evitar un aumento en el precio de los platillos”.
Consideró que la pérdida en el poder adquisitivo en la zona sur se agrava por los niveles de inflación que afectan la economía y por consiguiente ocasionan una baja afluencia a los restaurantes.
Mera Villanueva insistió en que las expectativas de mejoría económica están cifradas en la temporada vacacional de diciembre y si bien faltan apenas dos meses “es posible que por esta crisis muchos de los restaurantes no puedan mantener sus puertas abiertas y tengan que suspender actividades”.
Fuente: NC