Reino Unido está estos días en la mirada de medio mundo. Las pompas fúnebres en honor de la Reina Isabel II supera en cobertura mediática a la retransmisión anual de la Súper Bowl según expertos en marketing. Con una cobertura de tal calado siempre hay quien aprovecha para sacar su lado más pícaro y aunque en Buckhingham todo estaba medido y ensayado, se les coló un anunciante nada más y nada menos que en el féretro de la Reina Isabel II. Una gran pegatina con el nombre de William Purves, funeraria elegida para transportar el ataúd de roble de la monarca a través de Escocia, era visible cuando salía de Balmoral a las 10 de la mañana, el pasado sábado. Pero cuando el coche fúnebre llegó a Edimburgo, seis horas después, el anuncio inapropiado, que cubría gran parte del ataúd cubierto había desaparecido.
Tal y como recoge ‘The Sun’, el automóvil que transportaba el ataúd de la Reina se detuvo al menos una vez en su viaje para que los conductores pudieran descansar, tal y como marcan las normas. Al parecer el anuncio fue eliminado durante una de estas paradas. La web de William Purves, una funeraria familiar escocesa fue vista durante unos minutos por millones de personas, hasta el punto de que el sitio web fue colapsado por los internautas. Cuando se restableció el servicio se podía leer el mensaje: »Cuando deposita su confianza en William Purves, puede esperar los más altos estándares de profesionalismo, atención compasiva y un servicio verdaderamente distintivo. Lo que necesites, sean cuales sean tus planes, apóyate en nuestra experiencia, donde y cuando nos necesites«.
Los directores de funerarias de la Casa Real fueron seleccionados y designados por la Oficina del Lord Chambelán. William Purves, con sede en Escocia fueron solo los responsables del tramo escocés del último viaje de Isabel II. El Palacio de Buckingham se negó hacer comentarios al respecto del coche fúnebre publicitado, pero aclaró que Leverton & Sons, con sede en Camden, Londres, es la empresa responsable del funeral en general. Les avalan años de servicio a la Corona británica, ya que fueron los encargados de organizar el funeral de la Reina Madre, el de la Princesa Margarita y el más reciente, el del Príncipe Felipe.
Ni la princesa Ana, ni sus dos hermanos, que recibieron el ataúd a la salida de Balmoral y lo custodiaron hasta su llegada al palacio de Holyrood, se percataron de la publicidad encubierta que llevaba el coche fúnebre de su madre. William Purves, ya ha cumplido su propósito, y al parecer, no ha parado de recibir propuestas de presupuesto para ser enterrados en un ataúd de roble y con arreglos florales similares al de la Reina.
Fuente: ABC
