El proyecto contempla una capacidad inicial de aproximadamente 30 MW, en proceso de expansión conforme se incorporan nuevos techos y terrenos.
La empresa Finsolar anunció una inversión de 500 millones de pesos en proyectos de energía solar en el estado de Quintana Roo.
Dicha inversión equivale a aproximadamente 50 granjas solares o la energía suficiente para abastecer a unas 40,000 casas al año. El recurso se destinará para fomentar proyectos de generación de energía solar, integrando diferentes modalidades y modelos de negocio que garanticen flexibilidad y eficiencia.
El plan contempla una capacidad inicial de aproximadamente 30 MW, en proceso de expansión conforme se incorporan nuevos techos y terrenos. Se prevé que los primeros proyectos comiencen a finales de 2025, aunque algunos ya estarán en marcha antes de que termine el año, consolidando un crecimiento sostenido a lo largo de 2026, con el objetivo de maximizar beneficios económicos y ambientales en la región.
Hernán Varela Posada, director comercial de Finsolar en México, explicó que además de su abundante radiación solar, Quintana Roo destaca también por su infraestructura y potencial en el sector turístico, comercial e industrial. La región cuenta con numerosos espacios sin uso productivo en techos y terrenos ligados a su pujante actividad económica, que, mediante el modelo de Finsolar, pueden ser rentados y monetizados. “Estas condiciones convierten a Quintana Roo en un estado de oportunidad para aprovechar la infraestructura existente para generar recursos, promover la sustentabilidad y atraer inversión”, expuso.
Finsolar enfocará sus esfuerzos en transformar algunos techos industriales, comerciales y turísticos, además de terrenos estratégicos, en activos productivos mediante contratos de renta. Los beneficios para los dueños de estos espacios incluyen ingresos pasivos sin inversión adicional.
El directivo aseguró que estos proyectos representan para el estado una importante oportunidad de diversificación y aumento de ingresos para los propietarios de techos y terrenos, al convertir espacios sin uso en activos productivos. Además, contribuyen significativamente a la reducción de miles de toneladas de emisiones de CO2 anuales, apoyando los esfuerzos de combate al cambio climático.
De igual forma, se espera que impulsen la creación de empleos directos e indirectos en sus etapas de construcción y operación, generando un impacto positivo en el crecimiento económico y sostenible de la región.
Fuente: SIPSE