Los vecinos del norte libraron una orden de aprehensión contra Silem García, exregidor de Jalapa por MC y miembro de la congregación. Para remate, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que se “revisará” el registro de la Iglesia
Hace unos días, el ejército, la Guardia Nacional y la policía del estado detuvieron en Vista Hermosa, Michoacán a 38 personas en un campo de adiestramiento. Parecía cosa del crimen organizado. No lo era.
Los detenidos formaban una suerte de milicia apocalíptica de La Iglesia de la Luz del Mundo, una poderosa organización religiosa que, sin embargo, lleva un buen rato en mala racha. La mala racha empezó con la detención en Estados Unidos, en 2019, del líder de la secta, Naasón Joaquín García, autodenominado “El Apóstol”, por cargos tan pesados como abuso de menores.
El elegido de Dios acumulaba una abultada cantidad de denuncias de mujeres que habían sido violadas por él cuando eran menores de edad, aunque no tan abultada como la cantidad de pornografía infantil que almacenaba en el IPad. La condena es corta dada la magnitud de las atrocidades que cometió, 16 años y piquito, pero en Estados Unidos no han dicho la última palabra.
En una semana complicada, la que ya termina, en un segundo proceso abierto en Nueva York, tuvo que declararse inocente de delincuencia organizada y explotación infantil. Más o menos al mismo tiempo, los vecinos del norte libraron una orden de aprehensión contra Silem García, exregidor de Jalapa por Movimiento Ciudadano (MC) y miembro de la congregación evangélica.
Para remate, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que se “revisará” el registro de la Iglesia. Ya era hora. Hay una serie documental, un podcast y una película que ilustran la relación perversa de La Luz del Mundo con los diversos estamentos políticos, sobre todo en Jalisco y sobre todo, aunque no nada más, con Morena (sumaron hasta dos legisladores y una larga lista de candidatos a jueces en el reciente golpe de Estado contra el Poder Judicial, incluido un asesor de Hugo Aguilar), desde la fundación del culto, cuando la guerra cristera, por Aarón Joaquín González, cuyo nombre real era Eusebio Joaquín González, abuelo de Naasón Joaquín, y hasta hoy, incluyendo el periodo de Samuel Joaquín Flores, su padre.
Tres etapas de enriquecimiento desaforado, compadreo con políticos e incontables abusos sexuales contra niños y adolescentes, una constante de toda la dinastía. La serie, magníficamente documentada, está en Vix, se llama “El apóstol” y narra en cuatro episodios de buena factura la historia de la secta, desde sus orígenes hasta la detención de Naasón.
El mismo arco cubre un podcast muy bien escrito por María Scherer, detallado y con ritmo, y contado por Carlos Puig, que forma parte de “Escándalo Mexicano”, una serie muy recomendable toda ella que incluye historias como la de Paco Stanley, la de Buendía o la del padre Marcial Maciel.
Complementa las dos primeras recomendaciones “La oscuridad de la Luz del Mundo”, en Netflix, con un notable material de archivo y una atención realmente perturbadora a la minucia: al día a día de esos casi 100 años de impunidad, con éxito entre las multitudes. Para que documenten su misantropía.
Fuente: Heraldo de México