Después del impacto del huracán Otis en Acapulco, sólo entre 10 y 15% de los negocios lograron abrir durante los primeros meses del 2024, de acuerdo con un análisis realizado por Integralia Consultores.
De acuerdo con el reporte especial La huella de Otis en Acapulco: Un análisis de las secuelas políticas, económicas y sociales, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo anticipó que la reactivación económica de la zona no llegaría a todos pues, además del porcentaje de reapertura, algunos micro y pequeños negocios cerrarán definitivamente al no poder solventar las pérdidas provocadas por el fenómeno natural.
“En el caso de los restaurantes ya se tiene en operación a aproximadamente 40% de ellos, mientras que comercios y tiendas de conveniencia el avance es de 70%. A su vez, la gobernadora de Guerrero Evelyn Salgado informó que hasta la primera quincena de marzo se encontraban disponibles 8,326 habitaciones, representando 68% de la oferta hotelera registrada hasta antes del paso de Otis”, se lee en el trabajo.
También, se explicó que la reconstrucción de Acapulco presenta un desafío adicional, ya que se observó una tendencia a concentrar los esfuerzos de recuperación en las zonas más desarrolladas, dejando en desventaja a las comunidades marginadas.
A causa de esto, Integralia aseguró que es altamente posible que los espacios privados atraviesen una reconstrucción rápida; mientras que espacios públicos se enfrentarán a un proceso más prolongado para recuperarse.
De igual manera, en el informe se indicó que la devastación provocada por el huracán Otis en Acapulco ha exacerbado las condiciones de rezago social y exponiendo las disparidades preexistentes en el acceso a servicios básicos y oportunidades de desarrollo.
Dinámica criminal: Aumentan los robos
La investigación realizada por la empresa de consultoría indicó que el paso de Otis ha tenido un impacto significativo en las tendencias delictivas en Guerrero. Según sus datos, si bien se registró una disminución en delitos como extorsiones, homicidios y narcomenudeo durante el último trimestre de 2023, se observó un aumento en los robos.
En el caso de Acapulco, las extorsiones, los homicidios, el narcomenudeo y el secuestro pasaron de 2.1 a 0.6; de 20 a 11.8; de 11.3 a 4.5, y de 0.1 a 0, por cada 100,000 habitantes, respectivamente. Sin embargo, el robo pasó de 66.8 a 94.9 por cada 100,000 al cierre del último trimestre del año pasado.
A nivel micro-regional, se identificó una franja de municipios con altas tasas delictivas que persistieron en el primer bimestre de 2024, entre los que se encuentra Acapulco, Coyuca y Chilpancingo.
Una explicación propuesta en el informe es que los grupos criminales expandieron sus operaciones hacia otros territorios para compensar la parálisis económica en Acapulco, lo que podría haber contribuido al aumento de la violencia entre los mismos grupos y a un incremento en la incidencia delictiva.
Fuente: eleconomista
