Nos quedamos en lo importante que es entender el papel de las deudas y cómo ellas te encaminan en la dirección opuesta. No sólo te impiden construir libertad financiera: pueden incluso destruir lo que ya habías logrado.
Este es el valor de la educación financiera: comprender estos conceptos para que puedas tomar decisiones que te acerquen a lo que es realmente importante para ti (que es algo de lo que hablamos también en la primera parte).
Si ya tienes deudas, tienes que enfocarte en salir de ellas. Ni siquiera pienses ahora en ahorrar o invertir: no te has ganado el derecho y primero debes curarte de tu enfermedad.
Todo esto nos lleva a una pieza central:
Toma el control de tu dinero.
Si no controlas tu dinero, el dinero te va a controlar a ti. Así de simple y claro. Por eso es tan importante hacerlo. A mucha gente se le dificulta porque hay muchos conceptos equivocados sobre cómo hacer un “presupuesto”. De hecho, es una palabra que a las personas les evoca sentimientos negativos.
Por eso yo le llamo plan de gastos y es simplemente una herramienta que nos ayuda a gastar nuestro dinero en aquello que es más importante para nosotros. En ese sentido, no nos limita, por el contrario, nos da libertad.
Es muy sencillo, aunque como todo, toma un poco de tiempo acostumbrarse para dominarlo.
Cada vez que recibimos un ingreso, nos tenemos que hacer una simple pregunta: ¿Qué es lo que necesito que este dinero haga por mí, antes de que me vuelvan a pagar?
En otras palabras, le asignas a cada peso que ganas un trabajo. Es importante que no dejemos ningún peso sin asignar, porque en ese caso, hará lo que se le da la gana y no sabrás ni en qué lo gastaste. Es clave para mantener el control.
Es muy importante no hacer el plan de gastos con dinero que todavía no has ganado. Es tan tonto como asignar trabajos a empleados que aún no has contratado. Sin embargo, es algo que hace mucha gente: les pagan por quincena pero “presupuestan” todo el mes. Eso no funciona.
Si te pagan por semana o por quincena, o si tienes ingresos irregulares, probablemente sentirás incomodidad al principio: no tienes todo el dinero del mes, sólo un poco, pero si tienes enfrente muchas necesidades y pagos por hacer. Ese sentimiento de escasez te obliga a priorizar: asignar dinero primero a lo que es más importante (necesidades inmediatas) y luego a otras cosas. Lleva un poco de práctica, pero uno se acostumbra rápido.
No debes olvidar jamás asignar un poco de dinero a los gastos irregulares: aquellos que no ocurren cada mes, como puede ser el predial, verificaciones, pago de seguros, visitas al dentista, inscripciones escolares o vacaciones, entre otros.
Es mucho más fácil ir guardando poco a poco, cada mes, para que cuando se presenten, tengas el dinero suficiente para pagarlos. Si no lo haces, te causarán un desequilibrio y volverás a perder el control. No te olvides de esos gastos.
Finalmente, hay que recordar que la realidad nunca sale exactamente como la planeamos. El plan de gastos es una herramienta flexible, que se adapta y que tienes que modificar cuantas veces sea necesario. Por ejemplo, si habías asignado 400 pesos al recibo de la luz y llegó por 500, de todos modos vas a tenerlo que pagar.
Entonces abres tu plan y ves de dónde puedes sacar los 100 pesos que faltan. Eso va a implicar cambiar trabajos que ya habías asignado. Por ejemplo, a lo mejor habías asignado 1,000 pesos para diversiones, tendrás que conformarte con 900 – los otros 100 serán para pagar la luz.
Tendrás que hacer lo mismo cuando ves algo en una tienda y realmente quieres comprarlo.
Sacas tu plan de gastos y ves qué puedes cambiar para poder hacerlo. Así mantienes el control. Recuerda: el plan de gastos es una herramienta para tomar decisiones financieras.
Finalmente, debo recordar la frase de Warren Buffett: “No ahorres lo que te queda después de gastar, gasta lo que te queda después de ahorrar”. El ahorro para crear libertad financiera (dinero que después tendrás que invertir con inteligencia) es parte de tu plan.
Pero si tienes deudas de consumo, antes de pensar en ahorrar, tu prioridad debe ser pagarlas lo más rápido posible. De esto hablaremos en la siguiente entrega.