Salario mínimo, no alcanza para salir de pobre

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Aún con el nuevo aumento al salario mínimo para el próximo año 2025, este ingreso todavía no alcanzará para salir de pobres a quienes lo reciben. 

De mantenerse los aumentos al salario mínimo, que se vienen registrando desde el año 2019, será hasta el año 2030 cuando permita cubrir el costo de 2.5 canastas básicas.

El salario mínimo podrá comprar, entonces, lo básico para la persona que trabaja y un dependiente más de su familia.

Con los aumentos que se han venido realizando desde el año 2019 a la fecha, el aumento al salario mínimo acumula hasta hoy una recuperación de 135% respecto al año 2018.

Sin duda, el minisalario avanza en la ruta correcta. Dejó atrás la larga historia en la que sólo aumentaba lo que avanzaba la inflación.

Sin embargo, tanto el salario mínimo, como los salarios del 36% de los trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), son insuficientes para superar la pobreza y 20% más tienen salarios de sobrevivencia, de acuerdo con análisis del observatorio, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Con todo y el largo camino por recorrer en materia salarial en México, hay espacio para el optimismo oficial.

En virtud de la política salarial, de los 5.1 millones de personas que salieron de la pobreza, entre los años 2018 y 2022, 4.1 millones de personas lo lograron por el aumento al Salario Mínimo y el incremento que se ha registrado al salario promedio de las personas registradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Así lo presumió ayer, con orgullo, el secretario del Trabajo, Marath Baruch Bolaños López.

Lo dijo, luego de anunciar que el salario mínimo aumentará 12% el próximo año 2025, por decisión unánime de los representantes de los trabajadores, empresarios y gobierno en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).

El salario mínimo general pasará de 248.93 a 278.80 pesos diarios; en la Zona Libre de la Frontera Norte, aumentará desde 374.89 a 419.88 pesos diarios.

Para las 61 ocupaciones que tienen un salario mínimo profesional, el incremento también será de 12%. Con el aumento al salario mínimo, se beneficiarán 8.5 millones trabajadores.

En función de la línea de la pobreza por ingresos urbana –afirma el gobierno–, con el salario mínimo de 2024 se pueden comprar hasta 1.65 veces la canasta básica; con el incremento, en 2025 se podrán consumir 1.85 veces.

El objetivo es lograr que en el año 2030, el salario mínimo alcance para comprar 2.5 canastas básicas.

De acuerdo con lo que declaró Baruch, a partir del año 2019, los aumentos a los salarios mínimos, han tenido un importante impacto en el aumento del salario promedio de los trabajadores registrados en el Seguro Social.

Este salario promedio ha crecido 23.3% en términos reales, muy por encima de la inflación.

Hasta ahí, la narrativa oficial, se escucha muy positiva.

Y lo cierto es que el optimismo gubernamental, tiene bases.

Efectivamente el aumento a los salarios, ha mejorado.

Y ciertamente, el aumento salarial ha derivado en que millones de mexicanos, como lo señalan las cifras de la Conasami, han logrado salir de la pobreza. Coincide con los análisis de Coneval y de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Sin embargo, hay que destacar que no se trata de una “medalla” que puedan colgarse específica y directamente los gobiernos del partido Morena.

Fue un gobierno neoliberal previo, el que hizo la tarea para desligar a los salarios mínimos de muchos conceptos que hacían que cualquier aumento tuviera un “efecto faro”, como se conoce al traspaso que tienen los aumentos al salario mínimo sobre el resto de la distribución salarial, en especial sobre los ingresos de los trabajadores cuyo salario está por encima de dicho indicador.

Distintos exfuncionarios del gobierno capitalino y federales y representantes de organizaciones empresariales, en particular la Coparmex, venían impulsando el aumento al salario mínimo y la cultura del salario digno.

El gobierno previo al actual, llegó en el momento justo en el que se pudo comenzar a aumentar el salario mínimo, sin efectos inflacionarios. En segundo lugar, los salarios son los ingresos que reciben por su trabajo los asalariados y pagan los empresarios.

Para el Presidente Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, Rogelio Gómez Hermosillo la reducción de la pobreza sí tiene que ver con un incremento de los ingresos reales de quienes trabajan.

Pero también es cierto que aunque la política salarial contribuye a mejorar los ingresos, el dinero que llega a los bolsillos de los trabajadores, sigue estando por debajo del umbral de pobreza.

Es decir, una persona que trabaja no puede mantenerse a sí misma y a una persona adicional de su familia; todavía no le alcanza para comprar dos canastas.

En términos generales, apunta Gómez Hermosillo, al 58% de la población general no le alcanza para obtener dos canastas básicas.

O sea que todavía estamos muy lejos de poder “echar las campanas al vuelo” en materia salarial, aunque se avanza en el sentido correcto. Al tiempo.

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