Las elecciones pasadas evidenciaron profundas divisiones internas dentro de Morena, que no sólo afectaron a nivel estatal, también en el ámbito municipal. Estos conflictos no son nuevos, pero esta vez sacaron a la luz el descontrol de las dirigencias locales del partido.
Para evitar que este desorden crezca y se privilegie el proyecto político que hoy encabezan, Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena, acompañada de Andrés López, Secretario de Organización, han decidido recorrer el país de punta a punta con la misión de retomar las riendas del partido, desde las bases municipales.
Este recorrido será una especie de operación cicatriz tras el descontento que desató el nombramiento de candidaturas municipales
Por ello, durante la reunión entre la dirigencia nacional y los legisladores federales de ambas cámaras, Alcalde y López les hicieron un llamado a senadores y diputados para que se pongan a trabajar en sus distritos.
Ya no basta con ser figuras visibles en la capital; es crucial que trabajen mano a mano con sus bases locales para asegurar la integración de al menos 10 millones de nuevos militantes.
El panorama legislativo también está sobre la mesa. Morena tiene en su agenda la aprobación de 20 reformas que son el legado del expresidente Andrés Manuel López Obrador, las cuales serán discutidas y aprobadas en los próximos tres años, no enfrentarán una oposición significativa, al menos no fuera de la tribuna.
El futuro de Morena y sus ambiciones políticas dependerá de su capacidad para unificarse internamente. Si no lo logran, la fractura interna podría ser su peor enemigo de cara a los próximos años.
Chiapas, tierra olvidada: el fracaso de un gobierno ausente
El sexenio de Rutilio Escandón llega a su fin, marcado por su opacidad así como sus continuas omisiones que han permitido que el crimen organizado se expanda y tome control de amplias regiones del estado.
Los gobernadores de todo el país, al igual que Rutilio Escandón, deben dejar de esperar que la Federación resuelva los problemas locales. Es su responsabilidad actuar para frenar la violencia que ha consumido a estados como Chiapas
El asesinato del Padre Marcelo Pérez fue el punto de quiebre que forzó a Rutilio Escandón a salir de su silencio. Las demandas sociales, cada vez más intensas, lo obligaron a pronunciarse, de lo contrario se mantendría ausente.
Con la inminente transición de poder en diciembre, la esperanza recae en la llegada de Eduardo Ramírez, quien tomará las riendas del estado. La presidenta Claudia Sheinbaum ha depositado su confianza en que la nueva administración será capaz de enfrentar y resolver la grave crisis de inseguridad que azota al estado, una tarea no será sencilla.