Duplantis bate el récord mundial de salto con pértiga al aire libre que tenía Bubka desde 1994

El sueco supera los 6,15 metros. Este invierno batió bajo techo dos veces el récord del mundo, que quedó establecido en febrero en 6,18 metros, en Glasgow

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En el Stadio dei Marmi de Roma, rodeado de las estatuas romanas que representan las grandes hazañas de los dioses, agarra Armand Duplantis su pértiga de 5 metros y 20 centímetros y atacar con la intuición de los inmortales y la frescura del veinteañero loco un listón situado a 6 metros y 15 centímetros, la mayor altura que haya saltado nadie en la historia al aire libre. Falla Mondo su primer intento y sonríe, pícaro, ilusionado el sueco-estadounidense, porque –ahora sí– sabe que este jueves puede conseguir el récord. Y lo salta en su segundo intento, tan natural, tan ágil, como si el palo que agarra –y que ha llegado a veces a las 215 libras de dureza– se doblara obedeciendo nada más las órdenes de su mente, emperrada desde este 2020 en desterrar del Olimpo a Serguéi Bubka, el ucraniano que en 1994 saltó 6,14 metros en Sestriere, Italia. “Mondo se había puesto entre ceja y ceja este año saltar más que nadie en la historia al aire libre”, explicaba su padre a este periódico hace solo unos días durante el mitin de Berlín.

Mondo Duplantis ha ganado todas las competiciones este año bajo techo y al aire libre: 15 veces, 15 triunfos. Este invierno batió dos veces el récord del mundo, el 8 de febrero saltó 6,17 metros en Torún, Polonia, y una semana después, 6,18 metros en Glasgow.

La pandemia quebró todos los planes de Duplantis y de su padre y entrenador: “Si no hubiésemos tenido esta situación de la covid, hubiera sido muy difícil batirlo en los Juegos Olímpicos de Tokio”, explicaba Greg Duplantis. “Todas las instalaciones en Lafayette, la LSU, la universidad donde entrena, cerraron y no nos quedó más que saltar en el jardín de casa”. En la colchoneta de la infancia, donde Mondo adquirió desde niño la naturalidad en su forma de saltar que lo hace imbatible ahora. “Nuestra colchoneta está muy bien, pero el pasillo le da para saltar desde seis pasos, en el jardín no podemos saltar más de 5,30 – 5,40 m, pasar de ahí no es seguro”.

Durante los meses de confinamiento, su madre, Helena, exatleta que se encarga de su planificación física, lo mantuvo en forma. Sin competiciones en el horizonte, no tenían pensado ir a por ningún récord más en 2020.

Para no perder la técnica, los pertiguistas necesitan saltar, y para no perder la adrenalina que los eleva, necesitan competir al máximo nivel. “El atletismo y especialmente la pértiga es un deporte muy de cabeza, Mondo es muy competitivo y necesita experimentar esa competitividad. Si no, se pone ansioso”, contaba Greg Duplantis. “Una de las pocas cosas que podíamos hacer era jugar al golf. Mondo y sus hermanos Andreas y Antoine nunca habían practicado el golf, yo solía jugar y empezaron conmigo en marzo, tenían el aliciente de competir entre ellos y se echaban pulsos también con los amigos de la universidad. Así Mondo logró mantener esa vena competitiva.”

No así la agilidad que le dan los saltos en competición. “En junio, cuando llegamos a su primera competición al aire libre, en Oslo, Mondo estaba muy oxidado”, sigue Greg Duplantis. «Mondo ni siquiera llegaba a hacer su carrera habitual. “En Gotemburgo probamos con 20 pasos y no había manera”, explica. De 20 pasos, tuvieron que retroceder a 16.

Mónaco, su cuarta competición, fue la primera vez que Duplantis volvió a atacar el listón desde su carrera habitual, y volvió a saltar seis metros, allí y en Estocolomo, en agosto. Y el 2 de septiembre, en la Diamond League de Lausana, Duplantis se batió en un espectacular duelo con el estadounidense Sam Kendricks, doble campeón mundial, e hizo ya una marca histórica de 6,07 metros, de noche, quedándose sin luz en la Place de l’Europe, con solo el público alumbrando con sus móviles. “Ahí supimos que podía ir Mondo a por el récord”, explica su padre y entrenador. En Berlín tuvo el viento de cara y se quedó con 5,91 metros. “Uno de estos días…”, dijo Mondo. Era la única vez en las cinco últimas competiciones de esta temporada que saltaba menos de seis metros. Diez veces ha saltado el sueco Duplantis 6 metros o más en una sola temporada. “Eso demuestra que no es algo anecdótico, nadie, ni Bubka, había saltado tantas veces esa altura en una misma temporada”.

Mondo ha llevado la pértiga a otro nivel y a otra era. Pese a lo histórico de la marca, la Federación Internacional de Atletismo, World Athletics, no considera los 6,15 metros récord del mundo porque cuenta la mejor marca al aire libre y bajo techo, y ese récord lo posee ya el mismo Armand Duplantis, sus 6,18 metros de febrero en Glasgow, que ahora intentará batir. “Si no pasa nada, iremos a por los 6,19 metros en Doha”, dice el entrenador del mejor pertiguista de la historia.

Fuente: elpaís

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