Rafael Nadal ya lleva unos días aclimatándose a este Roland Garros que recupera la promavera tras disputarse en otoño el año pasado. El balear pudo ayer contemplar la estatua que quedará como muestra de su grandeza en este torneo junto a otros grandes ilustres como Henri Cochet, René Lacoste o el propio Roland Garros. Una escultura de acero que significa mucho para el mallorquín: «La estatua la tienes que ver de cerca, es bastante espectacular, y está muy bien conseguida. Es limpia, moderna y estoy bastante encantado. Es muy difícil hacer una estatua con este material y animo a que la veas más de cerca. Para mí es muy importante, que por el resto de los años esté una estatua mía en un sitio tan importante para el tenis y para mí, sin ser francés, solo puedo dar las gracias a la Federación, al presidente anterior, al actual y a todos los que han apoyado».
Ya en el plano deportivo, admitió que esta semana de retraso de Roland Garros 2021 le ha venido bien, pues tras ganar en Roma ha tenido unos días para descansar y ponerse a entrenar de forma progresiva. «Estoy con la máxima ilusión como siempre. Desde Roma, que fue muy importante, las cosas han seguido en buena línea. Descansé, incrementé poco a poco la carga de trabajo y ahora estoy en doble sesión, ayer y hoy. Después iré bajando otra vez. La preparación es la habitual. Después de un torneo de Roma tan duro dos semanas no me han venido mal. Creo que llego, pero luego hay que demostrarlo en la pista. Pero estoy con la máxima ilusión y actitud positiva para jugar».
Nadal, Djokovic y Federer
Puede suponer el decimocuarto título en Roland Garros, que ya son datos inexplicables, pero que también supondría el Grand Slam número 21, el desempate con Roger Federer, para situarse en solitario en la eternidad del tenis masculino. Pero Nadal es fiel a su día a día y, por tanto, tampoco mira más allá del debut, contra el australiano Alexei Popyrin, aunque en su lado del cuadro estén tanto el suizo como Novak Djokovic, contra quien se enfrentaría en unas hipotéticas semifinales. «Este es un torneo mnuy importante para mí y tengo que llegar lo mejor preparado posible. Lo otro ya sabemos que está ahí, 21 o 14, es un hecho. Gracias a dios y por suerte estoy en esta situación. Pero estamos lejos de todo ello. Que estemos los tres en el mismo lado lo veo con naturalidad. Uno casi 40 años, otro casi 35 y otro 34; lo lógico es que los jóvenes vayan ascendiendo en el ranking y esas cosas pasan. Lo veo con total naturalidad. Ahora mismo me preocupa poco, tengo mucho trabajo por delante antes de Djokovic, si es que llegan. Y mi camino ahora es Popyrin. Es un cuadro lo suficientemente exigente para pensar más allá. Ahora es seguir con mi preparación y seguir avanzando en la línea que queremos».
Fuente: ABC
