Hace solo unos días Georgina Rodríguez compartía a través de sus redes sociales una imagen en la que se la podía ver solo a ella en un piso vacío y con unas llaves de la mano, una fotografía que dejaba claro que se había comprado una casa. Sin más datos, sin especificar donde ni cómo ni por qué, y teniendo en cuenta que ahora mismo vive junto a Cristiano y sus hijos en Arabia Saudí y ha pasado por Turín y Mánchester, podía ser en casi cualquier lugar del mundo, pero una de las claves para confirmar que el inmueble esta en España la dio ella misma mostrando el día anterior como amanecía en casa de su hermana Ivana, que tiene su residencia en Asturias, y otra es un dato al que este medio ha tenido acceso, y es que la de Jaca quiere convertirse en toda una empresaria de éxito en el sector inmobiliario y ya ha comenzado a hacer movimientos legales para lograrlo.
En febrero de este mismo año la mujer de Cristiano Ronaldo dio de alta una sociedad con domicilio fiscal en España, concretamente en Madrid, en su casa de la exclusiva urbanización La Finca. Se llama Bellalisa SL y se dedica según los datos aportados al Registro Mercantil a la promoción inmobiliaria. Georgina es la fundadora y única socia de esta entidad, y su representante Ramón Jordán es quién ocupa el cargo de Administrador Único. Es decir, la influencer llevaba meses preparando su incursión en el negocio inmobiliario y ahora lo ha formalizado con la compra de una casa de la que por el momento no es posible tener detalles.
Pero esa es no es su única propiedad. Ya hace casi cinco años, en 2019, Georgina se había aventurado en su primera inversión inmobiliaria en solitario. Junto a Cristiano ya tenía parte de una casa que compraron juntos en La Finca, pero su primera firma como propietaria de pleno derecho fue en Barcelona, concretamente en un pueblo de Gerona. Allí compró dos fincas, una de ellas virgen sin construcción alguna y otra de 372 metros cuadrados con una vivienda de una sola planta de 98 metros cuadrados construidos sobre ella. Pero en esta ocasión la intención quizá no era tanto la de invertir o poder hacer negocios como la de cubrir una necesidad, pues según se supo entonces, este movimiento se hizo para que su madre se instalara allí, pues aun que no es algo tan conocido, la familia no siempre vivió en Jaca y de hecho Ivanna nació en Gerona.
Ella siempre presume de ser una mujer ahorradora y de mirar mucho por su futuro, y con esta nueva faceta empresarial que no conocíamos deja claro que quiere asegurarse que su buena posición de hoy en día le siga reportando beneficios si las cosas no van tan bien como le gustaría el día de mañana. Y es que tiene de quién aprender, porque el futbolista a lo largo de los años ha ido haciendo crecer exponencialmente su patrimonio en ladrillo, tanto en vivienda como en complejos hoteleros. En Portugal tienen dos casas que si son de ambos, una de ellas en la que viven cuando viajan a la tierra natal de él, algo que hacen bastante a menudo porque él siempre ha tenido mucho arraigo y porque allí está su familia, y otra que es una mansión que llevan un año construyéndose totalmente a su gusto y de la que podrán disponer casi ya.
La fortuna que la de Jaca ha logrado hacer desde 2016, que fue el año en que la conocimos, es casi incalculable, porque al margen de todo lo citado Georgina trabaja en redes sociales, donde ha logrado el hito de ser la mujer más seguida de España en Instagram, acumulando más de diez millones de seguidores, lo que se traduce en que cada vez que en su feed aparece una marca hay detrás una factura que va poco a poco engordando su cuenta. También es imagen de diferentes firmas, algunas de ellas muy lujosas y además tiene un contrato con el Riad en el que vive por el que tanto ella como Cristiano deben promocionar el turismo allí.
Y si a todo eso le sumamos la millonaria ficha de Cristiano, su patrimonio y la rentabilidad de todos sus negocios, incluida la clínica capilar que abrieron juntos en Madrid en 2018 y que parece ir viento en popa, deducimos lo que para nadie es un secreto y que además hemos visto constatado en ‘Soy Georgina’, tanto la pareja como sus hijos tienen la vida no solo resuelta, si no asegurada e instalada en el lujo.