La legendaria supermodelo Carré Otis demanda a Gérald Marie por violarla a los 17 años

La ‘top model’ ha presentado una demanda en Nueva York contra el que fuera director en Europa de la prestigiosa agencia de modelos Elite. También acusa de cómplice a otra empleada.

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Cuando Carré Otis, una de las supermodelos más legendarias de los años noventa, llegó a Nueva York para probar suerte en el mundo de la moda y se instaló en una especie de almacén industrial junto a otras aspirantes a modelos de éxito. Algunas de aquellas jóvenes estaban acompañadas y protegidas por sus madres, pero Otis, que había huido años antes de una familia desestructurada y una vida miserable en California, estaba completamente sola. Como contó en su biografía Beauty Disrupted: A memoir, publicada hace una década, esa vulnerabilidad fue aprovechada por hombres como el poderoso Gérald Marie, que en aquella época dirigía la reputada agencia de modelos Elite en Europa, y al que acusa de haber abusado de ella cuando aún era menor de edad. La modelo, que a día de hoy ha cambiado su apellido por el de casada, Sutton, presentó una acusación formal contra el ejecutivo el pasado jueves. En la demanda afirma que, en 1986, cuando tenía 17 años, fue agredida sexualmente y en repetidas ocasiones por Gérald Marie, citando también como cómplice a otra empleada de la agencia de modelos, Trudi Tapscott, quien más tarde trabajaría en la revista Vogue antes de fundar su propia agencia en 2018, Model Coaches.

A raíz del auge del movimiento #MeToo, Marie ya había sido señalado como depredador sexual por hasta 11 mujeres, y el año pasado la Fiscalía de París abrió una investigación preliminar contra el que fuera uno de los hombres más poderosos del mundo del modelaje por “violación y agresión sexual, así como violación y agresión sexual contra menores”. Los presuntos abusos, tanto a Otis como al resto de mujeres, se habrían producido entre los años ochenta y noventa, por lo que ya habrían prescrito, pero la demanda que Otis acaba de presentar estaría amparada por la Ley de Víctimas Infantiles de Nueva York, que permite a los supervivientes de abuso sexual infantil presentar demandas civiles contra sus agresores sin importar cuánto tiempo haya transcurrido.

Según la demanda, los dos ejecutivos de la agencia Elite, el propio Marie y Tapscott, se las ingeniaron para que Otis se mudara al apartamento del francés siendo aún una adolescente, sin poner en su conocimiento, como ha narrado a The New York Times, que “la agencia de modelos la estaba enviando a vivir en la casa de un delincuente sexual”, algo de lo que ya se hablaba en la industria desde los años ochenta. En aquella época, Marie estaba prometido con la famosísima top model Linda Evangelista, con quien contraería después matrimonio. Aprovechando que la modelo se encontraba fuera de la ciudad, Otis se instaló en una de las habitaciones del enorme apartamento parisino del ejecutivo. Él mismo se convirtió en uno sus primeros proveedores de cocaína, sustancia a la que pasaría varios años enganchada. Según relató en sus memorias, de noche se citaban en el baño para esnifar juntos. Y en varias de esas ocasiones, la violó. Ella tenía 17 años y él, 25 más. Otis no es la única modelo que ha denunciado los abusos de Marie: Jill Dodd, Ebba Karlsson o Karen Mulder, que tuvo que recibir tratamiento psiquiátrico por este motivo, también lo han acusado de exigirles favores sexuales y violarlas.

Después de experimentar otros episodios de violencia sexual a lo largo de su vida (asegura que fue “acosada, abusada y explotada sexualmente por el director y los productores” de la película Orquídea Salvaje, su debut cinematográfico, y vivió un matrimonio tormentoso con el actor Mickey Rourke), Otis logró enfrentarse a sus adicciones y a los trastornos alimenticios que padecía (”recuperarme de la anorexia fue más duro que dejar las drogas”, dijo). En 2005, y tras años en los que le fue imposible “mantener relaciones íntimas” con hombres y “recuperar la confianza en las mujeres”, se casó con el investigador medioambiental Matthew Sutton, con quien tiene dos hijas. A día de hoy vive en una granja en California junto a su familia y comparte instantáneas de esa nueva vida en su cuenta de Instagram, donde se define como activista, además de modelo, y donde también suele recordar las campañas disparadas por fotógrafos de la talla de Bruce Weber que la llevaron a lo más alto de la moda.

Fuente: elpaís

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