España disparó las importaciones desde China y EE.UU. justo antes de la entrada en vigor de los aranceles de Trump

Entre enero y febrero el valor de las compras a ambos países se incrementaron un 22,9% y un 13,1%, respectivamente El déficit comercial doméstico aumentó un 58,2% en las vísperas de la guerra arancelaria

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Entre los meses de enero y febrero España importó bienes procedentes de China y de Estados Unidos como nunca antes se había visto, al menos en cuanto a su valor se refiere. Las cifras recabadas por el Ministerio de Economía, a partir de la información disponible sobre importaciones declaradas en las aduanas, difundidas este martes, refieren un volumen agregado de importaciones procedentes de esos dos países de 13.500 millones de euros, un 20% más que en el mismo periodo del año pasado y un 5% más que en el año récord para el comercio exterior de 2023.

«Hay que ser cautos porque los datos de comercio exterior son provisionales y están sujetos a fluctuaciones importantes, pero sí parece apreciarse en el caso de Estados Unidos especialmente un hecho diferencial que parece apuntar a un posible acopio o almacenamiento de bienes procedentes del país ante la incertidumbre creada», explica Raúl Mínguez, analista jefe de la Cámara de España.

Fuentes de las empresas exportadoras españolas venían hablando de la acumulación de existencias como una estrategia factible para esquivar al menos el primer golpe de la ofensiva arancelaria. Es decir, concentrar y acelerar los envíos previstos para el conjunto del ejercicio al principio del año para esquivar las cargas comerciales que se pudieran derivar de la ofensiva comercial emprendida por la Administración Trump. Los datos de comercio exterior en el arranque del año parecen apuntar a que las empresas importadoras de productos amenazados por posibles aranceles de entrada, Estados Unidos principalmente pero también China en una eventual segunda derivada, han maniobrado en esa dirección.

Las grandes cifras apuntan a que las importaciones aumentaron un 4,9% en los dos primeros meses de 2025, a un ritmo ligeramente superior al 3,5% que el Gobierno previó para el conjunto del año hace apenas un par de meses. Las compras al exterior en este periodo alcanzaron los 71.371,3 millones de euros, la segunda mayor cifra de la última década en un contexto de clara ralentización económica, lo que subraya su carácter excepcional.

China se convierte en el primer proveedor de España

Destaca de forma especial el incremento de las compras a China, que se dispararon cerca de un 23% respecto a los dos primeros meses del año pasado hasta alcanzar los 8.001,9 millones de euros, consolidar un peso del 11,2% sobre las importaciones totales de España y convertir al gigante asiático -está por ver si de forma transitoria o permanente- en el primer proveedor exterior de bienes de la economía española por delante de Alemania, el país que históricamente ha venido ocupando ese posición de privilegio.

No obstante, la UE sigue siendo el mayor proveedor de España, pese a la caída del 2,5% en las importaciones registrada entre enero y febrero de 2024. El 47% (33.541,9 millones de euros) del conjunto de las importaciones registradas en España proceden de la UE y el 55% de Europa en su conjunto. Análogamente, las exportaciones hacia la UE descendieron un 2,8% en tasa anual, con unas ventas de 38.450,4 millones. La balanza comercial con los 27 y con la zona euro continúa siendo favorable a España en 4.908,4 millones de euros y 4.785,5 millones de enero a febrero de 2025, respectivamente. Se percibe, asimismo, un fuerte incremento de los intercambios con Asia en su conjunto, tanto en las compras como en las ventas.

El sorpasso se conoce tras la escaramuza diplomática causada por el viaje de Pedro Sánchez a China en plena ofensiva arancelaria de Trump contra el país asiático, que dejó el episodio del secretario estadounidense del Tesoro, Scott Bessent, diciendo que ese acercamiento equivalía a algo así como «cortarse el cuello».

Las compras de España a Estados Unidos también se incrementaron en el arranque del año, muy probablemente por el temor de los importadores a verse penalizados por un previsible fuego cruzado arancelario entre la Administración Trump y la UE. Lo hicieron más de un 13%, hasta los 5.412 millones de euros, ensanchando un 30% el déficit comercial de España con EE.UU. hasta los 2.652 millones. Principalmente porque ese incremento de las importaciones españolas de productos estadounidenses no se vieron correspondidas con un incremento de las exportaciones españolas a Estados Unidos, que mostraron un estancamiento total en el arranque del año.

Fuentes del ámbito de la exportación habían deslizado que algunas empresas con intereses en Estados Unidos ya habían hecho por colmar sus inventarios en previsión de una ofensiva arancelaria. Las grandes cifras, sin embargo, muestran una realidad de estancamiento de las ventas a Estados Unidos, al que el responsable de Estudios de la Cámara de España le ve una explicación sencilla. «Empiezan a percibirse indicios del coste de la incertidumbre. Engrosar los inventarios no depende solo del exportador sino sobre todo del importador y es posible que estos al ver la inestabilidad de la situación tengan menos interés en hacer acopio por lo que pueda ocurrir», explica Raúl Mínguez.

El déficit comercial se dispara un 58%

El déficit de la balanza comercial española se disparó un 58,2% en los dos primeros meses del año con respecto al saldo negativo de 6.079 millones que acumuló en el mismo periodo de 2024. El desencadenante fue ese llamativo incremento de las importaciones, especialmente de las procedentes de China, en los días que resultaron ser el prólogo de la guerra comercial arancelaria desatada por Estados Unidos contra medio mundo. El movimiento ha hecho que el déficit comercial español en los dos primeros meses del año haya escalado hasta los 9.618 millones de euros, la segunda cifra más alta de la última década. No eran tan alto desde 2022 cuando alcanzó los 11.695,0 millones de euros en un contexto en que España crecía con fuerza mientras el resto de Europa (nuestro principal mercado) apenas acertaba a crecer.

Así se extrae de los datos del ‘Informe Mensual de Comercio Exterior Febrero 2025’ publicado este martes por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Este saldo fue la consecuencia directa del ligero retroceso experimentado por las exportaciones de mercancías españolas, pero fundamentalmente del aumento de las importaciones llegadas a España. En este sentido, las primeras mantenían el ritmo de los últimos años con un ligero descenso interanual del 0,4% hasta los 61.753,5 millones de euros. Mientras, las importaciones se dispararon un 4,9% en los dos primeros meses de 2025, respecto al mismo periodo del año anterior. Así, este aumento de las compras al exterior alcanzaba su cifra récord desde 2016, situándose en los 71.371,3 millones de euros.

El Ministerio de Economía ha destacado en un comunicado la estabilidad de las exportaciones con EE.UU. en el acumulado hasta febrero, «a pesar del contexto de incertidumbre». Sin embargo, lo que realmente hay que reseñar es el aumento de las compras a China, que entre otras cosas han impulsado el aumento del déficit en el saldo comercial español, siendo el país que más ha contribuido en positivo tanto a la tasa de variación interanual de las exportaciones españolas, como a las importaciones españolas hasta febrero.

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