Maud Angelica, premiada por el discurso sobre el suicidio de su padre, Ari Behn

La joven pronunció unas palabras en el funeral del exmarido de Marta Luisa de Noruega en el que animó a las personas con problemas mentales a pedir ayuda

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Maud Angelica Behn, hija mayor de Marta Luisa de Noruega y el difunto Ari Behn, fallecido el pasado 25 de diciembre, protagonizó uno de los momentos más emotivos del funeral de su padre, celebrado el 3 de enero en Oslo. La joven, de 16 años, no tuvo reparo en hablar del suicidio. Quiso dejar claro que «no es culpa de nadie», y rogó con «corazón» y «alma» que quienes tengan problemas mentales pidan ayuda. Por ello, la comunidad médica noruega ha galardonado a la nieta de los reyes Harald y Sonia con el Premio de Psiquiatría de Emergencia 2020.

Se trata de un premio anual cuyo jurado ha tenido este año en cuenta cómo una adolescente ha transmitido un mensaje tan poderoso ante todo su país y el mundo. El funeral de su progenitor fue retransmitido por televisión pues, por deseo de la familia, la ceremonia estuvo abierta al público: muchos hicieron cola en el exterior de la catedral de la capital noruega desde horas antes de que se abrieran las puertas y cientos de personas quedaron fuera al completarse el aforo, previsto para unas 900 personas.

«En tu dolor, elegiste compartir. Abriste tu corazón y pensaste también en los demás. Ves palabras en el dolor y transmites esperanza. Hay que tener mucho corazón para utilizar un momento como ese para hablar de los trastornos mentales y lo importante que es pedir ayuda», agradeció el jurado que integra dicha comunidad médica tras otorgarle el galardón, en forma de cuadro, a Maud Angelica Behn.

La princesa Marta Luisa acompañó a su hija a la entrega de premios, celebrada el pasado jueves, y fue la encargada de retratarla junto a dos miembros del jurado y un ramo de flores. Su madre también estuvo a su lado cuando Maud Angelica Behn dio el discurso en la catedral de Oslo el pasado enero. Entonces, madre e hija subieron juntas al altar y la joven lamentó en alto y entre sollozos que nunca pudo entregarle a su padre un retrato suyo que pensaba regalarle y que situó sobre el féretro, rodeado de decenas de coronas entre las que se encontraba la que le dedicó junto a sus hermanas, que llevaba el lema: «Te querremos siempre».

“Te iba a dar este dibujo por Navidad. Trabajé en él durante diez horas, y mientras lo dibujaba pensé en lo mucho que te quiero y en lo emocionante que sería ver tu reacción”, comenzó a decir después de colocarlo sobre el féretro. “Hace solo dos semanas que no te veo y ya te echo de menos. Queríamos celebrar la Navidad juntos, pero ahora nunca podré volver a ver tu sonrisa. Me rompe el corazón no poder darte este dibujo”, comentó. La pintura y el arte eran aficiones que la joven compartía con su padre. «Siempre estabas más entusiasmado con mi arte. Más que nadie, que yo sepa», añadió.

«Querido papá, siempre decías que estabas orgulloso de nosotras. Espero que sepas que también lo estábamos de ti. Eras mi héroe, te quiero tanto, te necesito tanto», dijo Maud Angelica, que agradeció también a su padre la seguridad en sí misma que le inculcó de niña. “Cuando tenía miedo de los monstruos debajo de mi cama, me decías que me cuidarías. Eras mi héroe, papá. Nos hiciste pensar que podíamos hacer cualquier cosa. Nos hiciste sentir una fuerza y una alegría infinitas al creer en nosotros de esa manera. Por eso, Leah, Emma [sus hermanas pequeñas], mamá y yo te echaremos mucho de menos”, continuó en su discurso.

Ari Behn ya había confesado con anterioridad sus problemas personales: en una entrevista en 2009 habló de que se sentía deprimido y solo. Reconoció también que no era una persona con la que fuera fácil convivir. Tras su fallecimiento, su amigo el fotógrafo Per Heimly explicó en una emisora de radio noruega que Behn no veía una salida, un final para su enfermedad: «Le resultaba imposible cambiar el enfoque. El último año fue muy difícil para él. Sufría dolores, estaba muy deprimido, sin fuerzas ni energía». Heimley aseguró que su amigo sufrió un cambio gradual en los últimos años: «Después de separarse de Marta [en 2016] se sumió en la desesperación y en la oscuridad. Fue muy difícil para él salir de esa situación. La carga se le hacía cada vez más pesada».

También su amigo Espen Eirborg habló sobre el escritor aquellas semanas. “Estaba muy preocupado por la muerte y las cosas más oscuras. Pero no pensé que pudiera hacerlo», aseguró en el periódico Dagbladet en referencia al suicidio. Al parecer y según su testimonio, Behn “tenía mucho dentro que no estaba resuelto”. Además, destacó que nunca llegó a desarrollarse por completo como artista por haber pertenecido a la familia real noruega.

Fuente: elpaís

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