“Me siento muy bien, al principio sí sentí miedo, ya después me fui relajando” dice convencido Gabriel Alejandro en su primer día de clases en nivel Secundaria. El menor, de 12 años, cursó su último año de primaria a través de una televisión, por este motivo ahora no oculta su entusiasmo al regresar a las aulas, aunque sea solo junto a otros seis estudiantes más. “A mí sí me gustó regresar porque es aburrido ver la tele, por eso mejor ir a la escuela, en la casa casi no aprendía”, asegura el menor después de 17 meses de tomar clases virtuales debido a la crisis del coronavirus. Además de estrenar mochila y uniforme, Gabriel luce una mascarilla estilo militar y el bolsillo de su suéter lleva un frasco de gel antibacterial. Como él, se espera que más de 25 millones de estudiantes de preescolar, primaria y secundaria regresen a los colegios en México.
Aunque Gabriel reconoce que fue un poco incómodo usar mascarilla durante toda la jornada escolar admite que la única opción para no poner en riesgo al resto de su familia: “Hay que cuidarse porque yo tengo a mi abuelita y no la quiero contagiar de covid”, dice al salir de la escuela secundaria René Cassin, localizada en la delegación Iztacalco, en Ciudad de México.
Unos metros más adelante, Eduardo López, espera a las puertas de la escuela a su hermana Yaretzi. Con cubrebocas y una mirada nerviosa, López reconoce que él no estaba de acuerdo con que su hermana regresara a las aulas, pero ella insistió. “No creo que haya sido una buena idea en este momento porque aún no están vacunados (los menores). La verdad a mí sí me parece un poquito inseguro porque ellos no están vacunados y corren más resigo y aunque ya hayan pasado a la secundaria siguen siendo niños, entonces son necios y es normal que se quiten el cubrebocas cuando comen o saludan a los compañeritos nuevos”, comenta.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) prevé el retorno de unos 25 millones de estudiantes y más de dos millones de profesores en más de 261.000 centros educativos en todo el país. El retorno ser hará escalonado, unos días acudirá una parte del alumnado y el otro día la otra mitad. Sin embargo, en esta primera jornada estuvo marcada por el ausentismo ante la incertidumbre y el miedo de los padres de familia, apenas un puñado de escolares.
Este es el caso de Adrián Aguirre quien solo ha ido a las puertas de la escuela primaria de su hijo, el colegio público República Española, para verificar las condiciones de sanidad en el colegio y así decidir si mandará a su hijo a la escuela en los próximos días. “Todavía tenemos dudas en traerlo. No sabemos bien si mandarlo o no. Venimos a ver la aglomeración. Vamos a ver estas dos semanas cómo se van dando las cosas” zanja.
Para otros padres de familia no había más opción que volver al colegio. Dulce reconoce que para ellos las aulas son la única alternativa debido a su trabajo. “Él ya quería regresar, de hecho, se despertó bien temprano para venirse. Yo siento que no es tan riesgoso, la verdad, soy mamá trabajadora y tengo un negocio propio de cerrajería con mi esposo, si los tenemos a los hijos en el negocio es más riesgoso”, comenta. Su hijo pasó al segundo año de primaria en este ciclo escolar, sin embargo, Dulce admite que el año pasado les fue muy difícil seguir las clases en línea porque su hijo tenía que acompañarlos a su negocio.
Pese a su miedo inicial, Mayra Jiménez, madre de Samuel, de seis años, decidió llevar esta mañana a su hijo al colegio. “Claro que hay miedo, es algo intrigante, lleno de incertidumbre porque todos te preguntan si vas a llevar a tu niño a la escuela e incluso te critican, pero creo que es superfácil aventar la primera piedra y juzgar, pero la otra cara de la moneda es el estrés que ya empezó a formarse en él, porque es hijo único y el estar tanto tiempo en casa le perjudica, él ya quería ir a la escuela” asegura.
Tras unos minutos de espera, su hijo ha salido con el cubrebocas en el rostro y una estrella dorada en la frente. “Bien”, es la breve respuesta de Samuel a la pregunta sobre su primer día de escuela. Como ellos, una docena de padres de familia aguarda impacientes a ver el rostro de sus hijos al sonar la campana. De acuerdo con las autoridades capitalinas más de un 90% de las escuelas de educación básica—de un padrón de unos 8.000 planteles públicos y privados en la capital— abrieron sus puertas este lunes.
Un alumno sale de su escuela en Iztacalco, Ciudad de México, este lunes.
Un alumno sale de su escuela en Iztacalco, Ciudad de México, este lunes. QUETZALLI NICTE HA
Al menos, este primer día, los alumnos han salido de sus aulas de forma escalonada, ordenada y con el cubrebocas puesto. En la calle sus padres, entre la emoción y la angustia también procuraron guardar la sana distancia. “De todas formas vamos a vivir con esto (el coronavirus), hay que darle la cara”, concluye el señor Felipe mientras espera que sus dos nietos que cursan la primaria salgan del colegio.
Fuente: elpaís
