Con temperaturas que rondan los 40º grados en prácticamente en todo el país y con la vista puesta en los termómetros la espera de que baje un poco el calor, es importante conocer una serie de consejos expertos para que todos, pero sobre todo los más pequeños de la casa, puedan dormir correctamente y tener un descanso eficiente y reparador estas vacaciones.
Dormir tiene un efecto positivo en el estado de ánimo, la capacidad de recuperación, el desarrollo del cerebro, la memoria, el peso, la motricidad, el nivel de energía y el sistema inmunitario. Todo ello es igualmente necesario para garantizar que los más pequeños no sólo aprovechen al máximo sus vacaciones de verano, sino que también puedan volver al colegio con las pilas cargadas en septiembre.
Pero, ¿qué podemos hacer para que los más pequeños duerman mejorcon tanto calor? Susanne Willekes, coach de sueño de GoStudent, asegura que el calor (y la luz) extremos son dos factores que perturban bastante el sueño, pero añade que hay una serie de pautas que pueden ayudar a muchos padres:
—Mantener las persianas y las cortinas cerradas durante el día para evitar el calor y que no entre en casa.
—Si las temperaturas bajan un poco al principio de la tarde, abrir todas las ventanas de la casa para que entre el viento y salga el calor.
—En caso de contar con una habitación en el piso superior de la casa (es decir, un ático), abrir una ventana allí: el calor siempre sube.
—Utilizar fundas de cama de algodón en lugar de otros materiales que retienen más el calor. Si las camas tienen fundas de plástico para niños que mojan la cama, mejor prescindir de ellas.
—Dejar que bebés o niños pequeños duerman sólo con un body y un pañal. Los niños mayores pueden dormir sólo con ropa interior.
—Haz que tus hijos se duchen antes de acostarse: la temperatura corporal baja y la hormona del sueño, la melatonina, aumenta. Ambos elementos facilitan la conciliación del sueño.
—Poner la ropa de cama, la funda de la almohada y el peluche en una bolsa de plástico en el congelador para ponerlas de nuevo en la cama justo antes de acostarse.
—Rociar a los pequeños con spray de agua en la cara y el pelo, o bien acostarles con el pelo mojado o con un paño húmedo en la frente.
—Mantener a los niños hidratados durante el día con agua fresca y/o refrescos y zumos bajos en azúcar.
—Utilizar un ventilador portátil e incluso congelar una pequeña botella de agua y colocarla delante del ventilador.
Fuente: ABC
