Tanto el clítoris y el punto G, en el caso de las mujeres, como el Punto P, en el de los hombres; han sido siempre los protagonistas del discurso o de las conversaciones en torno al placer sexual. Sin embargo, desde el ámbito de la anatomía de la sexualidad los expertos hacen referencia a un área menos conocida ubicada dentro de la vagina que resulta algo más difícil de alcanzar debido a su profundidad pero cuya estimulación puede ser placentera. Se trata del punto A o fórnix anterior y, como precisa la ginecóloga Bárbara Fernández, colaboradora de la firma erótica LELO; es una zona ubicada en la pared vaginal anterior, cerca del cuello del útero que es menos conocida que otros puntos erógenos como el punto G debido a la limitada investigación y a la escasa difusión de su existencia.
De hecho, como añade la sexóloga y escritora Valérie Tasso, en los artículos generalistas que se han publicado en torno a esta materia se suele mencionar que el punto A se encuentra a unos 7,5 centímetros de la entrada de la vagina y este dato, según apunta la experta, en realidad peca de ser demasiado específica pues implica presuponer que todas las mujeres tienen una anatomía idéntica y que las zonas erógenas están situadas a la misma distancia. Por tanto, más que indicar a cuántos centímetros exactos se puede localizar ese punto lo que la sexóloga considera más adecuado es que cada mujer experimente y estimule esa zona a su ritmo y con sus recursos, pues el efecto que consiga dependerá de su autoconocimiento, de las características de su cuello del útero y de la posición corporal que se adopte en cada momento. «Es una zona que, como es lógico, no todas las mujeres conocen, igual que no conocemos partes de nuestro oído interno, porque es de difícil acceso», revela Tasso.
Cómo estimular el punto A
Para identificar si se está actuando sobre el punto A la ginecóloga propone, por su parte, prestar atención a lo que se experimenta durante la estimulación: «Las sensaciones de placer profundo y la lubricación aumentada son indicativos de que se está dando una estimulación efectiva del Punto A», explica la Dra. Fernández.
Además, el uso de juguetes eróticos diseñados para esta zona puede ayudar a localizar y estimularlo de una forma más precisa.
Las técnicas y posturas sexuales que ayudan a aumentar el placer, tanto durante la penetración como utilizando accesorios, son aquellas que permiten un ángulo de penetración profundo y dirigido hacia la pared anterior de la vagina, según plantea el estudio ‘Sexual positions and pleasure: a review of the literature’, publicado en ‘International Journal if Impotence Research’ (dos Santos, Rocha y Sampaio, 2021). Por tanto, las posiciones que, según describe la ginecóloga, pueden resultar más efectivas son: el misionero, con una almohada bajo las caderas que, según aclara, contribuye a elevar la pelvis y permite un ángulo más directo hacia el Punto A; y la posición de la vaquera invertida, que permite un control del ángulo y de la profundidad de la penetración.
Por su parte la sexóloga Valerie Tasso añade que la posición conocida popularmente como el «perrito» (a cuatro patas y con el tronco de la mujer inclinado hacia adelante) también permite una estimulación profunda. Sobre este tipo de posturas, no obstante, considera adecuado hacer una apreciación que no siempre se tiene en cuenta y es que el cuello del útero «no está diseñado para ser golpeado» durante el coito, por lo que aconseja evitar las acometidas demasiado violentas y experimentar con un juguete diseñado para tal fin como es el caso del ‘Enigma Double Sonic’, de LELO, cuya forma curvada y emisión de ondas sónicas permiten alcanzar la pared anterior de la vagina.
La relación entre el orgasmo y el punto A
¿Podría decirse que los orgasmos son diferentes según el punto de placer que se esté estimulando? La Dra. Bárbara Fernández responde: «Para nada, un orgasmo es un reflejo que se alcanza por diferentes vías. De hecho, no son pocas las mujeres que refieren orgasmos durmiendo, sin que haya ninguna estimulación erógena de por medio».
Lo cierto es que existen distintas opiniones sobre este tema, pues hay quienes aseguran que los orgasmos que provienen de la estimulación del Punto A, del clítoris y del Punto G pueden diferenciarse en términos de sensaciones y de respuesta física. Un estudio publicado en ‘Clinical Anatomy’ sugiere que «los orgasmos clitorianos suelen ser más superficiales y agudos, mientras que los orgasmos del Punto G y Punto A pueden ser más profundos e intensos, involucrando contracciones más prolongadas del músculo pélvico». Esto significaría que la estimulación del Punto A sería capaz de generar una sensación de plenitud y calidez en la pelvis diferente a las sensaciones típicas del orgasmo clitoriano. Pero además otro estudio publicado en el ‘Journal of Sexual Medicine’ describe el Punto A como «una región que puede aumentar la lubricación vaginal y la sensibilidad, mejorando así la experiencia sexual y facilitando el orgasmo en algunas mujeres».
Sin embargo la Dra. Fernández insiste en que la respuesta a la estimulación de esta área puede variar significativamente entre diferentes mujeres y que no conviene sentar cátedra en este sentido. Una opinión que comparte la sexóloga, quien explica que en realidad lo que hace que una mujer disfrute más de la sensación orgásmica, tiene que ver más con su mayor experiencia y con el autoconocimiento de su cuerpo y su respuesta sexual, que con la zona que se estimule. «Lo que induce al orgasmo a una mujer en el área genital es siempre el clítoris, y la manera más rápida, fácil de aprender y de interpretar es hacerlo a través de su parte visible externa. De hecho, las sensaciones que se experimentan si se estimula por la parte interna pueden resultar desagradables para algunas mujeres (por ejemplo, el tener la sensación de que se activan las ganas de orinar, porque al estimular estas áreas también se presiona la vejiga)», argumenta Tasso. Por eso la sexóloga apunta que en realidad una mujer sabe perfectamente interpretar si va por buen camino o algo le está resultando molesto pues son su cuerpo, su ánimo y su respuesta sexual los que así se lo indican.








