Dos cosas han dejado que los ciudadanos por medio del wasap y otras redes sociales se expresen y me manden sus comentarios por diversas vías con la idea de que si soy periodista a mí me toca darlo a conocer.
Pero en verdad me deja ver hasta qué grado están “paniqueado”, hasta qué grado temen hasta ir a denunciar o hasta llamar al 911 y mucho se debe a que todos saben que CAPELLA dejo mucha gente ahí y confianza nadita se les tiene.
En la capital del estado Chetumal aun funciona mucho el rumor, las charlas en grupos, el intercambio de opiniones y es lo asumo a que todos se conocen son de familias que se asentaron en OPB desde su creación.
Y es por eso que muchos ahora ex policías, ahora exfuncionarios de la Fiscalia, y que pertenecen a familias chetumaleñas han contado todo lo que vivieron a la llegada de la gente de Capella y el Fiscal, y hoy repercute grandemente en que también el gobierno de nuestra gobernadora no ha corrido a muchos de estos dentro de estas dos dependencias tan importantes y que se esperaba que lo hiciera.
Y aquí surge otra situación catastrófica políticamente ya que muchos que eran chetumaleños ahora son Benitojuarenses, se fueron a vivir a Cancún cuando su creación y ahora intercambian opiniones sobre este tema que ya tiene al borde de la histeria a los ciudadanos. “Se los dijimos que con Mara incrementaría la delincuencia a nivel estatal”.
Y es que me consta que la gobernadora anda muy pero muy “movida” haciendo eventos, dando programas de apoyo a los ciudadanos, pero esto no impacta en lo que ya creen los ciudadanos; QUE LA DELINCUENCIA ESTA EN QROO EN SUS MEJORES MOMENTOS DE REYNADO
Leo los mensajes que me mandan a veces tremendos escritos que podría publicar como artículos pero no lo hago porque quienes me los envían no quieren que les ponga su crédito y así ni modo que yo por ser periodista me lo adjudique aunque su permiso me lo dan.
En uno de ellos me dice un ex policía “Blanquita pues de antes nuestra labor era nada más atender pleitos familiares, o de borrachos y algunos robos a domicilio, algunos asesinatos en su mayoría por cuestiones de amoríos. Pero de repente nos mandaban a combatir a sicarios mejor armados y que eran hasta más que nosotros y hasta a veces veíamos ya hasta “el pitazo” les habían dado.
