La ciencia ha constatado hasta ahora que la ingesta de té verde tiene efectos beneficiosos sobre la capacidad cognitiva de las personas con síndrome de Down. Por primera vez, una investigación liderada conjuntamente por investigadores belgas y españoles y publicada en la revista Scientific Reports demuestra que la ingesta de extracto de té verde (ECGC) minimiza el impacto del síndrome en el rostro, es decir, que quienes lo consumen presentan un rostro que se asemeja más al de las personas libres de esta alteración cromosómica. El estudio subraya, sin embargo, que solo se reduce la dismorfología facial en niños con este síndrome cuando se toma durante los tres primeros tres años de vida.
Fuente: ABC