Deck, vuelta a casa tras una aventura millonaria

El alero firma por dos temporadas y media con el Real Madrid tras un discreto, pero rentable, periplo en la NBA

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La Tortuga vuelve a casa. Gabriel Deck (Colonia Dora, 1995) jugará, como mínimo, lo que resta de temporada y dos más en el Real Madrid, un club que abandonó hace nueve meses tras una fallida negociación por renovar su contrato y al que regresa como refuerzo de lujo en una temporada complicada, marcada por el coronavirus y las lesiones derivadas del apretado calendario. Tras un paso discreto en lo deportivo (pero fructífero en lo económico) en la NBA, el destino devuelve al aguerrido argentino al WiZink Center, pues siempre dio la sensación de que su baloncesto tenía mucho más que dar en clave blanca y, a un mes de cumplir los 27 años, parece que la NBA aún le guarda un billete para el talento del alero.

El 9 de abril de 2021, con la noche bien entrada, la marcha de Gabriel Deck a los Oklahoma City Thunder cogió a los aficionados al baloncesto a contrapié. Deck, que comenzó en el baloncesto en las canchas de la provincia norteña de Santiago del Estero con su hermano Joaquín, quería cumplir su «sueño» de jugar en Estados Unidos y las negociaciones con el Real Madrid para renovar su contrato no se materializaban. La temporada pasada, Deck se había convertido en un jugador indispensable en los planes de Pablo Laso, pero su salario era de los más bajos de la plantilla ya que aún mantenía las cifras con las que llegó a España en 2018 como promesa de ultramar. Fue entonces cuando la opción de la NBA apareció en el horizonte y el jugador hizo las maletas.

Oklahoma fue su destino y los Thunder su nueva casa. El argentino llegó en el último tercio de la temporada y además de los áridos paisajes del Medio Oeste, repletos de campos petrolíferos, el argentino observó un equipo en plena reconstrucción, plagado de jóvenes y con la derrota como único hilo conductor. Allí disputó hasta el final de campaña 14 partidos (siete más en la actual, aunque con menos protagonismo) a cambio de casi cuatro millones de euros, cifras relucientes, pero con poco baloncesto entre sus ceros. Deck, que tenía tres años más de contrato no garantizados, fue cortado por la franquicia estadounidense la semana pasada. Ante la incertidumbre, la vuelta a casa siempre es una opción, más en estas fechas.

Su adiós fue una sorpresa y también lo ha sido su regreso. No se esperan discursos ni falsas disculpas de un jugador que solo habla sobre la cancha. Deck juega un baloncesto silencioso, pero fogoso, que encierra la humildad que le dio su infancia, su pueblo y su familia. Ya de pequeño pasaba las tardes limpiando autobuses junto a su madre para ayudar económicamente a su familia y pese a trasladarse a Buenos Aires con 19 años para jugar en el San Lorenzo, no dudaba en asumir viajes de 15 horas para volver con los suyos. A la persona y al jugador recibirán ahora con los brazos abiertos en el Real Madrid, que está cuajando una temporada fantástica pese a los contratiempos. Deck puede ser la puntilla.

Fuente: ABC

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