Nueva exhibición de Mathieu van der Poel para alzarse con el triunfo, por tercera vez en su carrera, en el Tour de Flandes. El ciclista neerlandés arrasó en la ‘De Ronde’ a todos sus rivales, mostrando su gran superioridad en el paso por el Koppenberg. Donde los demás echaban el pie a tierra ante los resbaladizos adoquines de la subida, el campeón del mundo sacaba toda su clase y fuerza para poner tierra de por medio a falta de 45 kilómetros para llegar a la meta, donde se plantó en solitario para anotarse el quinto Monumento en su palmarés.
La prestigiosa clásica, que cumplía este domingo su 108 edición, arrancaba con un exigente recorrido de 270 kilómetros en el que sus 17 subidas y los temibles adoquines mojados suponían todo un desafío para los valientes participantes. Ciclismo clásico en estado puro.
La carrera comenzó a calentarse con la fuga de ocho corredores, que tuvieron que echar pie a tierra en un paso a nivel por el paso de un tren, haciéndoles perder un minuto de la ventaja que habían adquirido y siendo neutralizados antes de la llegada de los adoquines. Poco después, un ataque de Oier Lazkano (Movistar) despertó a Van der Poel, que alcanzó al ciclista español en el Paterberg, formándose un nuevo grupo de escapados con el neerlandés, Lazkano, García Cortina o Tim Wellens entre otros.
La llegada del tramo adoquinado, unido a la lluvia convirtieron la competición en un infierno que afectó a todos excepto a Van der Poel, que se marchó en solitario cuando restaban 45 kilómetros. De ahí, a la victoria y a marcar su nombre con letras de oro en el palmarés de ‘De Ronde’ al convertirse en el ciclista con más victorias en esta carrera, igualando a Buysse, Magni, Leman, Museeuw, Boonen y Cancellara.
Fuente: ABC
