No importa que esté cargado de buenas intenciones. Siempre hay alguien dispuesto a atacar al príncipe Harry por sus declaraciones, por muy solidarias o altruistas que quieran ser. Lo último ha sido esta semana, cuando en un vídeo en YouTube grabado con motivo del Día Mundial del Sida, se le ocurrió comparar esta enfermedad con la pandemia de Covid que vivimos actualmente. Su objetivo era pedir que los grandes y rápidos avances que se han hecho para luchar contra el coronavirus se hagan también para acabar con el sida. Hasta ahí todo bien, no parece descabellado, ¿verdad? Pues bien, no han faltado críticas apuntando que no se pueden comparar, que el sida nunca fue declarado como pandemia, que tiene que leer más ciencia e informarse… Pero vamos, que estamos convencidos de que le ha entrado por un oído y le ha salido por otro.
¿Y por qué? Porque el príncipe Harry está acostumbrado a las críticas tras sus meteduras de pata, que han sido muchas.
1. Cuando acusó a la familia real de racista. Ay, es un tema que todavía trae cola. Se sentó junto a su mujer para hablar con Oprah Winfrey en televisión y soltó eso, que un miembro de su familia había expresado su preocupación por qué aspecto tendría su bebé cuando naciera. Estas palabras supusieron un escándalo y hasta su hermano, el príncipe Guillermo, tuvo que defenderse en público. Lo mejor es que, tras un documental emitido hace poco por la BBC, parece que el comentario vino del príncipe Carlos y fue totalmente inocente, y no expresando preocupación, sino curiosidad.
2. Cuando pidió trabajo para su mujer. Esto también fue enorme. Nos tenemos que ir hasta 2019, cuando se celebró el estreno mundial de la película ‘El rey león’ en Londres, con presencia de Beyoncé incluida. Allí estaba el CEO de Disney, al que Harry no dudó en contar todos los talentos interpretativos de su mujer, diciéndole que era muy buena haciendo doblajes. Y las cámaras estaban allí para captar el momento. El Megxit ya se estaba fraguando y nosotros no lo sabíamos. La prueba es que el primer trabajo de Meghan tras salir de la Casa Real fue narrando un documental de elefantes para Disney.
3. Cuando acusó a la prensa de no decir toda la verdad sobre el coronavirus. En un podcast junto a veteranos de guerra, se le ocurrió decir lo siguiente: «Las cosas están mejor de lo que nos hacen creer en ciertos rincones de los medios». Era abril de 2020 y en ese momento había más de 16.000 muertos en Reino Unido, así que no, igual las cosas no estaban tan bien como él creía. Se le echaron encima los medios de comunicación al completo y toda la comunidad científica.
4. Cuando acusó a los periodistas de racistas y asesinos. Fue hace pocos meses, en un podcast que trataba de la salud mental. En la conversación abordaron cómo había afrontado la vida sin su madre, Lady Di. Y salió el Gordo. «A mi madre la persiguieron hasta la muerte porque tenía una relación con alguien que no era blanco, y mira lo que pasó. ¿Queremos que la historia se repita? No pararán hasta que ella muera. Es terrorífico perder a otra mujer en mi vida«, dijo refiriéndose a Meghan. Llamadnos locos, pero a Lady Di la perseguían los fotógrafos simplemente porque tenía alguien en su vida. Era la mujer más famosa del mundo. Daba igual que su novio fuera negro, amarillo, rojo, verde o azul. Era el novio de Diana de Gales y eso ya valía.
5. Cuando dijo que nadie de la familia real quería el trono. Dejó patitiesos a los ciudadanos británicos en 2017 porque nunca nadie había hablado en esos términos de los miembros de la Corona. A ver, tampoco es descabellado pensar que nadie quiera ser rey o reina. Quieras que no, es un marrón. «¿Hay alguien en la familia real que quiera ser rey o reina? No lo creo, pero cumpliremos con nuestras obligaciones en el momento apropiado», dijo. Y se quedó tan ancho. Bueno, lo pensaba tanto que él directamente se ha marchado de la Casa Real, no ha esperado a que llegara el momento apropiado para cumplir con sus obligaciones.
Fuente: ABC
