En lo últimos cinco años se triplicaron los casos de abuso sexual en contra de menores de edad, principalmente niñas. La mayoría de los agresores eran familiares o conocidos que los «cuidaban» mientras sus padres acudían a trabajar.
De acuerdo a información de transparencia de la Fiscalía General del Estado, en 2015 se recibieron 389 denuncias por este tipo de delito. La cifra continuó incrementando año con año de manera constante. En 2020 y con la pandemia de COVID-19 de fondo, se registraron mil 08 denuncias.
El desglose de los datos revela que aproximadamente
- 60% de los casos ocurrieron en Cancún,
- 22% en Playa del Carmen,
- 10% en Chetumal y
- 8% en los demás municipios.
Aunque el reporte de la FGE no detalla la edad de las víctimas, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal tiene el registro de haber atendido a 56 bebés de entre cuatro a 18 meses, víctimas de violación, entre el 2019 y julio de 2020.
En siete ocasiones los infantes murieron a los pocos días de ser rescatados por el DIF, a causa de las heridas.
El DIF registra por lo menos 78 adolescente embarazadas por sus victimarios
Entre las víctimas mujeres adolescentes que se reportaron entre 2017 y el primer semestre de 2020, 78 fueron embarazadas por sus victimarios quien en la mayoría de los casos eran un familiar o conocido cercano.
Activistas y defensores de derechos humanos advierten que el aumento en el número de delitos de violación a menores se debe a la dinámica económica de la entidad: con el encarecimiento de la vida y la falta de empleos bien pagados, muchas parejas consideran que es necesario que ambos trabajen para poder tener un ingreso suficiente, dejándole el cuidado de sus hijos e hijas a personas cercanas a ellos.
«Las jornadas laborales en Cancún y otras ciudades turísticas de la entidad son larguísimas. Estas familias no pueden darse el lujo de pagar una estancia infantil de doble turno, y por eso recurren a terceros, aunque no saben el monstruo con el que están dejando a sus niñas y niños», dice Laura Hoil Alcázar, integrante de la asociación civil «Infancia Feliz Quintana Roo», dedicada a atender a menores de edad víctimas de abusos sexuales.
La especialista advierte que el número de víctimas podría ser mucho mayor al que reporta la Fiscalía, ya que un gran porcentaje de los casos no se denuncian, ya sea porque los padres nunca se dan cuenta, y los niños o niñas prefieren guardar silencio, o porque tienen temor o dependen económicamente del agresor.
«Hemos atendido casos donde una joven de 20 años, de Cancún, acudió a nosotros por ayuda, ya que durante su niñez fue violada en repetidas ocasiones por su padrastro. Quiso denunciarlo cuando cumplió los 12 años, pero su madre no se lo permitió porque temía que las abandonara, dejándolas sin nada».
De 10 casos denunciados, sólo en dos se logra detener al violador
Sentencia que en esas situaciones es prácticamente imposible presentar una denuncia en contra del agresor, ya que no se pueden recabar pruebas que comprueben este hecho, ocurrido años atrás.
La psicóloga recalca que en otros casos los padres no acuden al Ministerio Público por temor a ser avergonzados al aparecer su nombre en la prensa, considerando que sólo serán expuestos, sin que las autoridades puedan arrestar al culpable.
«Y en cierta medida tienen razón: de 10 casos que se denuncian, solamente dos concluyen con el arresto del violador. Las razones son muchas, incluyendo que no se pueden recabar pruebas del acto si ha pasado bastante tiempo. Por eso creemos firmemente en que es necesario que las autoridades y organizaciones civiles realicemos una campaña conjunta de concientización, para enseñar a los padres a identificar las conductas en sus hijos e hijas que pudieran revelar una violación, así como las medidas de protección con las que cuentan para presentar su denuncia», dijo.
Fuente: SIPSE
