El Aeropuerto de Tulum y la Base Aérea Militar que lo complementará tendrán como principal objetivo el contribuir a la mejora de las operaciones de vigilancia que realiza la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la frontera sur del país, además será un referente en la atención de eventualidades meteorológicas como huracanes y tormentas tropicales.
Así se describe en el documento ingresado por la Sedena a la cartera de proyectos de inversión de la Secretaría de Hacienda, mediante el que solicitan 950 millones de pesos, que será el costo para dichas tareas del proyecto.
Se menciona además que dichas instalaciones contarán con la infraestructura correspondiente al Aeropuerto Internacional de Tulum, el cual “impulsar el crecimiento económico y la competitividad ante otros mercados internacionales”, sin embargo, la mayor de las actividades descritas y relacionadas con el proyecto tienen que ver con “vigilancia en el espacio aéreo en la frontera sureste”, así como “atención oportuna y estratégica ante las afectaciones por desastres naturales”.
Se especifican las acciones que se desarrollarán en la base militar como de personal, evacuación de heridos y damnificados, transporte de carga, despensas, artículos de primera necesidad, así como acciones de búsqueda y rescate; todo esto derivado de que “no existe infraestructura aeroportuaria en la Riviera Maya capaz de soportar eventos hidrometeorológicos graves que permiten la atención prioritaria de la población”
En los detalles técnicos se menciona que el aeropuerto tendrá una pista de aterrizaje y despegue de 3,500 metros de longitud, calles de rodaje de pavimento asfáltico de 10 centímetros de espesor y plataformas para aviación comercial, general y de carga de pavimento asfáltico. Tendrá además estacionamiento para helicópteros, zona de hangares, señalización y equipo de ayuda a la navegación, en el lado aire.
En el lado tierra, el documento adelanta que se construirá un edificio terminal de concreto hidráulico con una estructura metálica que incluirá vestíbulo, sala de documentación, punto de inspección y sala de última espera. Todo ello en una superficie de 1.200 hectáreas, las cuales no se encuentran reservadas en el documento, pero se sabe que se encuentran en el municipio de Felipe Carrillo Puerto.
Estudios previos
Sedena había solicitado previamente a Hacienda recursos por 237 millones de pesos para la elaboración de un total de 12 estudios que incluyeron el análisis costo-beneficio, factibilidad económica y evaluación financiera del aeropuerto de Tulum, así como el estudio o el levantamiento de obstáculos; el plan maestro, estudios topográficos, desarrollo de ingenierías para la torre de control y terminal de pasajeros, manejo integral de residuos sólidos, impacto social, salvamento arqueológico, factibilidad legal y la planeación arquitectónica del edificio terminal.
En la solicitud se mencionaba que se analizaría la construcción de una ciudad militar para dar soporte y servicios al aeropuerto civil, además que el aeropuerto de Tulum podría convertirse en un centro logístico de carga, pues el Ejército proponía identificar esquemas de participación del sector privado para reducir los riesgos y costos del proyecto, aumentar su rentabilidad y atractivo potencial.
Adelantaba además que se elaborarían análisis de “diagramas de asociación público-privada para el desarrollo de infraestructura para la optimización de flujos de revisión de la carga aérea en los almacenajes en línea con mejores prácticas a nivel mundial”, sin embargo, ya nada de eso se menciona en la solicitud de recursos que de nueva cuenta ingresó Sedena a Hacienda por el monto total del costo previsto para este nuevo aeropuerto.
