Un caso de gusano barrenador del ganado (GBG) detectado en una res destinada a cruzar la frontera sur de México hacia Estados Unidos desató importantes repercusiones.
Desde el domingo, el gobierno estadounidense suspendió temporalmente la entrada de ganado mexicano, una medida que también ralentizó el traslado de reses desde el sureste del país hacia otros estados y complicó la importación de animales provenientes de Guatemala.
Por décadas, estados como Nuevo León, Veracruz, San Luis Potosí, Durango y Coahuila han abastecido sus corrales con ganado del sureste mexicano, incluyendo entidades como Chiapas, Tabasco y Campeche, bajo estrictos protocolos zoosanitarios. Sin embargo, esta interrupción afecta directamente a la industria.
Impacto en costos y salud del ganado
Engordadores de reses en Nuevo León señalaron que las restricciones impuestas por las autoridades zoosanitarias están generando mayores costos de traslado y aumentando los riesgos de morbilidad y mortalidad del ganado.
De permanecer la situación por varias semanas, añadieron, podría impactar en el precio de la carne de res a nivel consumidor.
“Un 40% del ganado de las engordas de Nuevo León, que son unas 150 mil cabezas, viene del sureste y ahora con esto del gusano barrenador las autoridades han vuelto mucho más lento el proceso de revisión de los hatos y lo que va a pasar es que las mermas del ganado (pérdida de peso) podrían subir de 13 hasta 18% y que la morbilidad se dispare hasta 10%, ya que las reses en trayecto no toman alimento ni agua”, explicó Obed González Flores, engordador de reses en Nuevo León.
El origen del problema y la reacción de Estados Unidos
La Secretaría de Agricultura informó que un cargamento de ganado procedente del extranjero dio positivo a GBG en el Punto de Verificación e Inspección Federal de Catazajá, Chiapas. Como respuesta, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) suspendió temporalmente la entrada de ganado mexicano.
Este veto llega en plena temporada de exportación, en la que hasta ahora se habían enviado 222 mil 28 cabezas de ganado a Estados Unidos.
Este es el segundo veto que en casi un año le impone el USDA a México a sus exportaciones de bovinos.
Con información de Reforma