Famosos y VIH: una sinergia bienvenida para ayudar a desestigmatizar el virus

Asociaciones y famosos como Ágatha Ruiz de la Prada y Marc Clotet reclaman una mejor educación sexual, mayor inversión en investigación y compromiso de los poderes públicos

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Desnuda y tapándose el cuerpo con un cartel con forma de corazón en el que se lee el mensaje “Bye, bye, estigma” (Adiós, estigma). Así aparece la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada en la última campaña de la ONG Imagina Más con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebra este miércoles. La acción, compuesta por tres fotografías que emulan la famosa imagen que el artista Keith Haring tomó a la actriz Brooke Shields, busca llamar la atención del público para ayudar a concienciar sobre el virus y la enfermedad.

La modista no es más que la última de una larga lista de famosos con los que han trabajado organizaciones que forman parte de Cesida, como Imagina Más. Iván Zaro, directivo de esta ONG, explica por qué recurren a estos rostros conocidos: “Hacen de altavoz, el mensaje cala más en la sociedad que si lo lanza una persona con VIH”. Mónica Naranjo, Verónica Forqué o Javier Ambrossi son algunos de los nombres que se han prestado a colaborar por la causa. “Seleccionamos personas que compartan nuestros valores”, comenta Zaro sobre la elección de estos rostros. “Miramos que hayan trabajado previamente en campañas solidarias, que sean referentes en su profesión y que cuenten con una trayectoria. También que crean en lo que van a hacer”. Pone de ejemplo a Lolita, que en 2016 también se desnudó para la campaña de la organización. “Cuando nos reunimos con ella, sabía qué era el VIH, qué significa ser positivo no detectable…”, comenta. Ella abundó en su compromiso entonces en la revista S Moda: “Lo he hecho porque el sida se ha llevado a muchos amigos por delante. Porque creo que nos estamos acostumbrando a la enfermedad y no debemos bajar la guardia. Hace falta información y recordar que esto no es un problema de unos pocos. Nos puede pasar a cualquiera. Que da igual si eres homosexual o no. Que no importa si tienes contacto con las drogas o no. Es un problema de todos. Todos somos vulnerables. Hay que desnudarse ante tanto prejuicio”.

El actor Marc Clotet (Madres. Amor y vida; La voz dormida) opina igual que Lolita. “Muchísima gente piensa todavía que no le puede tocar, la reduce a ciertos sectores”, dice al teléfono desde Argentina, donde se encuentra grabando la serie Sin etiquetas junto a su esposa, Natalia Sánchez. El intérprete es, probablemente, la celebridad española más involucrada en este tema. De casta le viene al galgo. Es hijo del doctor Bonaventura Clotet, una eminencia en España en la lucha contra el sida y en la investigación para encontrar una cura y una vacuna contra el virus. “Desde que tengo uso de razón he conocido esta pandemia del siglo XX y XXI”, cuenta Marc Clotet. “Mi padre se dedica en cuerpo y alma a encontrar una solución desde que apareció el primer caso, en 1981, y siempre ha compartido su trabajo con la familia. Muchos pacientes han acabado convirtiéndose en amigos y, en las épocas duras, al principio, por desgracia, muchos fallecían. Ver el dolor en los ojos de mi padre me marcó, nunca me planteé no participar, no ayudar a recaudar fondos y a visibilizar”.

Zaro, por su lado, confiesa que no resulta tan fácil que los famosos se involucren con el VIH, y recuerda una experiencia personal: “Una actriz se cayó de una campaña porque temió que el público pudiese pensar que tenía VIH”. Informado sobre este episodio, Clotet se sorprende y no se siente nada identificado. “Ahí está el estigma. A mí no me da miedo participar, no se me pasa por la cabeza que puedan pensar que lo tengo, y si lo piensan, no es asunto mío. Si yo me hubiese infectado daría lo que fuese porque la gente diese su voz para combatir el estigma”. El actor cree que este ejemplo muestra que queda mucho trabajo por delante. “No estamos en la época más cruda, pero se sigue teniendo miedo, y encima un miedo culpable, de vergüenza por haberse infectado, del qué dirán”. Zaro vive estos casos en su organización: “Hablamos con personas que no se atreven a contarle a sus padres o a sus hermanos que lo han contraído porque temen lo que van a pensar de ellos, que cambie su concepto”.

Por eso, Clotet se presta en cualquier momento a hablar del tema, incluso en medio de un rodaje busca un hueco para abordarlo. “Conversar sobre ello lo normaliza. Hoy en día tenemos la suerte de que, con los tratamientos actuales, se puede tener una vida plena. Claro que se debe tener acceso a los medicamentos, mi padre me comentó que siguen muriendo miles de personas en el mundo porque a ciertos países no llega. Y cuando un paciente consigue ser positivo indetectable, pasa a ser intransmisible, no infecta a otras personas”, resalta.

A Zaro le gustaría, eso sí, que en España algún famoso con VIH diera la cara. “Ayudaría muchísimo a cambiar la perspectiva sobre el virus. Ha pasado con el colectivo LGTBI; cuando Jesús Vázquez empezó a presentar programas de entretenimiento, llegó a todos los salones y vieron que era una persona como el resto. Si un rostro conocido saliese diciendo que tiene el virus, se vería que es una persona sana, y no un zombi”. En Estados Unidos ya han expuesto su condición médica celebridades como Charlie Sheen, Jonathan Van Ness o Billy Porter.

Involucrar a las celebridades, si bien es importante, no basta. Clotet da un pequeño tirón de orejas a los poderes públicos. “Se necesita una buena educación sexual en las escuelas, que se informe correctamente, algo que se está dejando de lado. Cuanto más conocimiento, mejor abordas cualquier tema. Y campañas de prevención públicas, hace mucho que no veo ninguna”, destaca. También que se invierta más en la investigación para encontrar una cura y una vacuna. “A todos aquellos que ponen en tela de juicio el dinero que se destina a la lucha contra el VIH, porque piensan que no va con ellos, les diría que todo lo que se ha investigado sobre este virus ha ayudado a que se desarrollase con tanta rapidez una vacuna contra el coronavirus. Cuanto más se investigue, mejor preparados estaremos ante cualquier adversidad”.

Zaro opina de forma similar, y destaca los nuevos métodos de prevención. “Aparte del preservativo, también existe ahora la PrEP [profilaxis prexposición], que evita la infección. Y se debe hablar de que tener sexo con personas seropositivas no detectable es seguro”. Considera que falta voluntad política para tratar el tema con la seriedad debida. “No basta con dar un curso sobre cómo ponerse un condón a un niño de 14 años. La media de edad de contagio actual se sitúa en los 35 años, por lo tanto, la información que se ofrece no basta. Desde los poderes públicos obstaculizan la educación sexual; el centro de referencia de Madrid en infecciones y enfermedades venéreas, el centro Sandoval, solo abre por las mañanas; se dificulta el acceso al tratamiento contra el VIH a los inmigrantes… Debemos ser conscientes de que si no se tratan, pueden infectar a más personas. Estamos ante un asunto de salud pública”.

Ahora, con la campaña lanzada este martes con Ágatha Ruiz de la Prada, esperan llegar a más personas. “Pasa un poco como con Lolita, que nos hizo salir de nuestra zona de confort e influencia, que es el colectivo [LGTBI]”, confía Zaro. “Que una persona que sale en las páginas de Diez Minutos, el Pronto o el ¡Hola! dé su voz para desestigmatizar el virus amplía el mensaje fuera de nuestro entorno. No hay oro que pague esto”.

Fuente: elpaís


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