La Iglesia argentina, crítica con el Gobierno de Milei por la pobreza y el reparto de alimentos

Cada vez son más las misas en las que los sacerdotes deslizan alguna que otra crítica al Ejecutivo y el hambre se encuentra en el centro de todos los reclamos

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En las últimas semanas en Argentina se han ido agudizando lentamente las tensiones entre la Iglesia y el Gobierno del presidente Javier Milei. Cada vez son más las misas en las que los sacerdotes deslizan alguna que otra crítica al Ejecutivo y el hambre se encuentra en el centro de todos los reclamos. Los conflictos tienen dos ejes centrales: el inocultable incremento de los índices de pobreza y el escándalo desatado semanas atrás con respecto al reparto de alimentos.

Si bien el descontento de gran parte de la Iglesia con el actual Gobierno ya era un secreto a voces en Argentina, ha sido en lo pequeño donde se ha comenzado a evidenciar el distanciamiento eclesiástico de las políticas del oficialismo. Concretamente, la política se ha hecho presente dentro de las misas.

La política se cuela en la misa

Semanas atrás, la prensa local se hacía eco de las críticas que los sacerdotes compartían a los feligreses durante las homilías. Todo comenzó el pasado mes de mayo cuando en una iglesia, ubicada en el barrio porteño de San Cristóbal, un grupo de feligreses empezaron una serie de cánticos de tono político que expresaban «La patria no se vende». Ya en el mes de junio, en el partido de La Matanza –un municipio de Buenos Aires-, el titular de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, en una misa lanzó un duro mensaje contra el Gobierno en relación al hambre al indicar que las personas a quienes asiste la Iglesia le «arrancan la comida» con desesperación.

Estos mensajes se referían a la reciente polémica por el reparto de alimentos a los comedores populares en Argentina, que desató un escándalo en el Ministerio de Capital Humano. Tras las acusaciones de no distribuir el stock almacenado correctamente, el mes pasado La Justicia ordenó al ministerio que informara acerca de la cantidad de productos alimenticios guardados.

Denuncias de pobreza

Además de la polémica con respecto a los comedores, un segundo frente provoca en estos momentos tensiones entre el Gobierno y la Iglesia en Argentina: la escalada de la pobreza. Si bien el fenómeno no es nuevo, el incremento tanto de la pobreza como de la indigencia en el país sudamericano hizo saltar las alarmas de las autoridades eclesiásticas.

Sin ir más lejos, tres semanas atrás la Iglesia denunciaba que «el 10% de la población sufre hambre frecuentemente». Entonces, un informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) aseguraba que la pobreza en este país supera ya el 55% y la indigencia, el 17%. La prensa argentina se pregunta a esta altura si la Iglesia no constituye uno de los frentes opositores al presidente.

Exclusión de la Iglesia

Si bien podría pensarse en un principio que el enojo de gran parte de la Iglesia argentina hacia el Gobierno es en realidad unilateral, también es cierto que del lado de la Casa Rosada escasean los intentos de acercamiento al sector eclesiástico.

Esto último ha sido destacado por la prensa local días atrás cuando, en medio de la convocatoria del jefe de Estado a la refundación de una nueva Argentina –que tendría lugar el próximo 9 de julio en la provincia de Tucumán-, el mandatario hizo partícipes del evento a los empresarios, trabajadores y políticos, incluso a los expresidentes, pero no ha mencionado a la Iglesia entre los agentes que participarían de esa transformación.

En los seis meses que lleva el nuevo Gobierno en el poder, pocos han sido los gestos de acercamiento entre ambos sectores. Y esa grieta entre ambos parece incrementarse al ritmo en el que lo hacen los índices de pobreza.

Fuente: ABC

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