Las obras insignia en el sur sureste del país van a abrir oportunidades de negocio en el sector inmobiliario y los inversionistas ya se preparan para ello, comentó Florencia Estrada, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI).
“Durante 2022 y 2023 se va a iniciar con la compra de terrenos en las zonas de influencia tanto del Tren Maya como del Transístmico, para detonar proyectos comerciales, de vivienda, turísticos o industriales que se beneficiarán con la puesta en marcha de las obras”, destacó Estrada.
De acuerdo con la representante del sector, las inversiones inmobiliarias que va a detonar el Tren Maya se encuentran en las zonas donde están las estaciones, sin embargo, dijo que también hay un nicho de oportunidad para potenciar proyectos turísticos en todas las regiones de los estados involucrados.
En Yucatán, mencionó, hay una oportunidad de transformar haciendas en hoteles para atender la alta demanda de visitantes que se espera con la puesta en operación del proyecto ferroviario.
Según datos de la plataforma inmobiliaria Lamudi, en el sur del país, a pesar de la crisis, Quintana Roo y Yucatán son las entidades con una mayor participación de oferta residencial, con 43 y 36 por ciento, respectivamente, y se han detonado en gran medida por las obras que se desarrollan.
“El sureste mexicano se ha posicionado muy bien entre quienes desean comprar con el objetivo de inversión, pues esta región ha aumentado 20 por ciento la demanda desde otras ciudades de origen tras la pandemia”, comentó Daniel Narváez, vicepresidente de marketing de Lamudi.
En el caso del Tren Transístmico, Florencia Estrada destacó además de las oportunidades para detonar proyectos industriales que también abren muchas posibilidades de vivienda, pues la llegada de empresas en la región y la generación de empleos va a impulsar la demanda habitacional en las zonas donde impacte la obra.
Fuente: heraldodemexico
