He aprendido mucho en estos meses conviviendo con niñas, niños y adolescentes a través del programa Pasos para la Seguridad Infantil, con el que llevamos información a las escuelas, sobre prevención, detección y denuncia del abuso infantil, así como de sus derechos humanos.
Uno de los mayores aprendizajes ha sido que la infancia busca ser escuchada y, sobre todo, percibida como tal.
Me explico: como adultos, convivimos con ellos, dialogamos o discutimos y, en muchos de los casos, estamos esperando que reaccionen como nosotros, «como adultos».
Ellos dicen, platica conmigo, pero ten en mente que soy un niño y todavía no tengo la experiencia para reaccionar como tú.
En este mismo programa, conversamos también con papás y mamás y, un hallazgo ha sido que, en algunos casos, percibimos a los niños «como niños» y no como seres con plenos derechos humanos que debemos proteger y respetar.
Pero, ¿por qué es tan importante el diálogo constante sobre temas de seguridad infantil y percibirlos como sujetos de derechos? Primero, por que la educación a través de la comunicación es fundamental para que conozcan de los riesgos, cómo cuidarse y a quién acudir y, segundo, concientizarnos que debemos respetar y garantizar el pleno ejercicio de sus derechos, aún cuando sean niños.
Las cifras de abuso en México son aterradoras. Más de 5.4 millones de niñas y niños son violentados anualmente. Baja California, mi estado, ocupa constantemente los primeros lugares nacionales en corrupción de menores.
Por ello, este 4 de abril conmemoramos el día internacional contra la explotación sexual infantil, como una fecha que nos obliga a recapacitar, a todas y todos, incluyendo gobierno y sociedad civil, sobre lo que estamos haciendo y lo que nos falta por hacer. No podremos avanzar como sociedad mañana, si hoy no los protegemos con todas nuestras fuerzas y recursos.
Cinco son las recomendaciones que enseñamos a los niños en las escuelas y que fomentamos platiquen con sus papás, para que entre todos podamos prevenir cualquier tipo de violencia:
1. Créeles siempre. Cuando un niño se llena de valor y se atreve a denunciar, en el 97 por ciento de los casos es verdad;
2. Habla con ellos, ya nos dijeron que sí están dispuestos a dialogar, hagámoslo sencillo y de acuerdo con su edad;
3. Enséñales a decir «NO», debemos establecer con ellos qué partes de su cuerpo son privadas y que, ante cualquier situación que los haga sentir incómodos, tienen todo el derecho a decir que no y que serán respaldados;
4. No los dejes nunca sin supervisión, recordemos que en siete de cada diez casos los agresores son parientes o personas cercanas; y,
5. Enséñales los riesgos, principalmente, con desconocidos, en Internet y redes sociales. Que este día internacional contra la explotación no pase desapercibido, pongamos manos a la obra y brindémosles un futuro sano y alegre.
¿Qué opinas?
POR JOSÉ LUIS AYOUB
