Las autoridades de Shanghái han reiterado este miércoles que las estrictas restricciones para frenar al coronavirus acabarán «pronto», pero no han dado un plazo concreto, informa Reuters. El confinamiento, que dura ya más de un mes, a puesto a la población contra las cuerdas y se han llegado a producir suicidios debido a las duras condiciones impuestas por China.
Los controles han llegado a tal extremo que se empezaron a realizar test para detectar el Covid a las mascotas e incluso las autoridades están asesinando a las mascotas de los infectados. Por la ciudad se han podido ver los cadáveres de perros y gatos que han sido capturados y a los que han matado a golpes, según denuncian sus dueños.
Una de las imágenes que se ha hecho viral es la de un perro corgi, cuyo amo fue trasladado a un centro de aislamiento tras dar positivo. El animal salió corriendo persiguiendo el autobús en el que lo llevaban, pero los funcionarios lo capturaron y le golpearon con una pala hasta que murió.
La organización PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), ha denunciado este sacrificio de los animales de compañía en China. «Es extremadamente raro que los perros y gatos contraigan Covid-19, por lo que una orden de matar a estos animales domésticos es un caso de pánico sin sentido basado en temores infundados», explica la ONG en Twitter.
Con las duras restricciones, los casos de Covid-19 están bajando. De hecho, este miércoles se han notificado 11.956 nuevos casos locales asintomáticos de coronavirus, frente a los 15.319 del día anterior, y el número de infecciones sintomáticas confirmadas se situó en 1.606, frente a las 1.661 del martes.
Fuente: ABC
