Las ingeniosas granjas flotantes inventadas por los aztecas que siguen siendo unas de las más productivas del mundo

Era temprano en la mañana de un domingo y yo estaba en los Jardines Flotantes de Xochimilco, 28 km al sur del centro histórico de Ciudad de México. El interminable laberinto de canales y vías fluviales ya se estaba llenando de coloridas trajineras (embarcaciones típicas) repletas de visitantes de la capital mexicana.

0
554

Los vendedores ofrecían elotes a la parrilla (maíz en mazorca) y michelada (una bebida a base de cerveza, jugo de limón, chile, sal y salsas), mientras una banda llenaba el aire con música de mariachi.

Cientos de turistas llenan los canales de Xochimilco todos los fines de semana para disfrutar de una extravagante exhibición de sombreros, comida, música y arte. Sin embargo, mientras navegan entre las chinampas, o «jardines flotantes», la mayoría permanece ajena al hecho de que están contemplando una antigua maravilla de la ingeniería.

Estas granjas insulares hechas por el hombre son los últimos vestigios de un proyecto masivo de recuperación de tierras del Imperio Azteca del siglo XIV que continúa alimentando a la gente de la Ciudad de México incluso hoy.

Tierra sobre agua

Cuando los aztecas llegaron al Valle de México en 1325, cuenta la leyenda que fueron recibidos por una vista inusual en el lago de Texcoco. Un águila con una serpiente en el pico estaba posada sobre un nopal en las orillas pantanosas del lago, exactamente como sus dioses habían profetizado sobre el lugar que los aztecas llamarían hogar. La tribu errante decidió establecerse y construir aquí su ciudad capital. La llamaron Tenochtitlan.

Fuente: BBC

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here