A pesar de que muchas creencias sobre el funcionamiento del cerebro tienen más de 100 años, algunas no solo siguen creyéndose válidas en nuestros días sino que además han sido encumbradas y magnificadas con objeto de estafar o engañar. Este tipo de creencias falsas pero bastante arraigadas es lo que en ciencia se conoce como «neuromitos» y, como explica el terapeuta ocupacional y divulgador Iván J. Cerdeña (@divulgandolaciencia), en realidad son ideas basadas en interpretaciones erróneas de la investigación neurocientífica. Desmontamos con la ayuda del experto tres de los mitos sobre el cerebro más extendidos:
1. ¿Existen distintos estilos de aprendizaje?
Uno de los mitos más extendido es que existen distintos estilos de aprendizaje específicos. Así, según esta creencia unas personas aprenderían de un manera más visual, auditiva, interactuando con el medio o a través de métodos clásicos como leer y escribir. Eso significaría, por tanto, que los estudiantes aprenderían mejor si se les enseñase de acuerdo a su supuesto estilo de aprendizaje. Sin embargo, tal como precisa Cerdeña, hasta ahora los estudios que se han realizado en torno a esta materia no respaldan esta idea pues, según aclara, no se ha demostrado que haya una relación positiva entre resultados y estilos de aprendizaje.
Lo que sí es cierto, según matiza Cerdeña, que en las investigaciones que se han llevado a cabo en este sentido sí que se ha encontrado una influencia positiva en el aprendizaje basándose en tres pilares: la motivación del alumno, la atención y la calidad de la enseñanza.
2. ¿Es dominante un hemisferio del cerebro sobre el otro?
No es raro encontrar en Internet la típica imagen en Internet que te invita a interactuar con esa foto girándola mentalmente o imaginando alguna circunstancia alegando que en función de lo que veamos eso puede revelar supuestamente si una parte del cerebro es más dominante que la otra. Sin embargo, tal como aclara el divulgador, la creencia de que existen personas con el hemisferio izquierdo o el hemisferio derecho dominante no es más que otro «neuromito». Si eso fuese algo cierto, real y contrastado, significaría que las habilidades cognitivas de las personas cambiarían en función de su dominancia. Sin embargo, tal como aclara Cerdeña, esta tesis es bastante simplista, pues en la actualidad se sabe que el cerebro funciona en conjunto, no por separado y que la mayoría de las tareas cognitivas implican la colaboración de ambos hemisferios. Así, los hemisferios no son independientes, ni tampoco va cada uno por su lado, sino que existe una estructura en nuestro cerebro llamada «cuerpo calloso» que se encarga de enviar información de manera constante de un hemisferio a otro.
3. ¿Es verdad que sólo usamos el 10% del cerebro?
Lo hemos visto en las redes sociales, lo hemos leído en libros y hasta lo hemos escuchado en series y películas pero, como aclara Cerdeña, la afirmación de que sólo usamos el 10% del cerebro es «rotundamente falsa». Y para explicarlo de una forma sencilla aporta esta reflexión: «Cuando estás hablando, gesticulas, hablas, escuchas, ves, sientes la temperatura, empatizas… Todo ello implica a distintas áreas del cerebro funcionando al mismo tiempo, lenguaje, motora y sensitiva, y entre todas ellas suman más de un 10%, obviamente. Pero además esto puede seguir sumando con el circuito de la memoria y con un largo etcétera… Y con todo esto sólo estaríamos hablando de lo que implica una conversación normal», argumenta.
A esto habría que sumar que el escaso uso cerebral es uno de los mitos más antiguos que se conocen, pues ya se hablaba de ello antes de que existieran las técnicas de neuroimagen como las resonancias magnéticas. Afortunadamente, como señala el divulgador, este tipo de técnicas ya ha demostrado que hasta en las tareas más sencillas se activa bastante la corteza cerebral.
En la actualidad es posible encontrar en internet más de 100 «neuromitos» que, como aconseja el experto, conviene desenmascarar y desterrar de las conversaciones y comentarios habituales al amparo de la evidencia científica pues solo así será posible para muchas personas aprovechar el cien por cien de su potencial para estudiar o aprender nuevas habilidades.
Fuente: ABC
