La lista se ha ido acortando en los últimos meses y si bien el proceso de venta de Banamex no está cerca de la fase final, los candidatos se han ido reduciendo, ya sea porque los interesados declinaron seguir en el proceso, como fue el caso de Azteca, o bien porque los ‘bajaron’, como fue en el caso de Santander, pero ahora se trabaja en la segunda fase de los posibles prospectos de compra.
Actualmente, Inbursa de Carlos Slim, banco que es dirigido por el experimentado Javier Foncerrada, se mantiene interesado en el proceso, al igual que Banorte, de Carlos Hank y que lleva Marcos Ramírez, así como Mifel, de Daniel Becker, que incluso contactó a fondos internacionales por si avanza en el proceso de compra; también está Germán Larrea, que no tiene negocios en ese sector, pero se mantiene interesado; por cierto, de este último, aseguran que fue invitado a participar, es decir, la idea no fue del empresario.
Para quienes han participado y diseñado procesos de compra-ventas de este tamaño, creen ha ido más lento de lo esperado, ya que por un lado Citi no tiene una licencia bancaria adicional para traspasar ahí los negocios con los que se quedará, tampoco hizo una escisión, que era el camino más sencillo y viable para sacar la cartera que les interesaba, lo que dicen, ha retrasado el proceso con un costo para todos los involucrados, ya que el banco, pese al gran trabajo que Manuel Romo ha realizado en México, se continúa ‘achicando’ y perdiendo parte de su gran capital humano ante la incertidumbre, con todo y que se han pagado bonos adelantados para mantener a sus trabajadores tranquilos.
Los compradores de Banamex han concluido la primera fase de este proceso, en donde todos los interesados presentaron ofertas no vinculantes, es decir, podían técnicamente decir cualquier cifra para acercarse al cuarto de datos y revisar la información; esta fase se hizo pública para los interesados en meses pasados, y es ahí donde varios entraron, vieron y se salieron. La segunda fase está en marcha, y aún no hay una fecha definida para que arranque; en esta fase los interesados seleccionados por el vendedor conocerán más información para armar, entonces sí, propuestas formales.
Eso sí, sin olvidar que el gigante estadounidense pueda tomar decisiones diferentes, desde optar por ir al mercado como lo anunció en la venta, que acepte una oferta que supere lo que tengan pensado en vender o posponga la fecha de venta pasada esta administración; por lo pronto, al menos públicamente, tal como pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador, son cuatro los posibles compradores y todos mexicanos.
* * *
Y en el otro lado de la moneda, la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) se encuentra de fiesta, ya que cumple cuatro años de operación; parece que fue ayer cuando en plenas convenciones bancarias, Santiago Urquiza platicaba a todo el que podía sobre el proyecto de tener otra bolsa de valores, idea que a muchos, dado el tamaño y desarrollo que tiene en México este mercado, veían como algo lejano, y hoy BIVA es una realidad, y a través del financiamiento a empresas de todos los sectores han participado con más de 342 mil millones de pesos, aunque aún falta mucho por hacer.
Por ello, nada mejor que celebrar en Nueva York, en la mera cuna bursátil, y en septiembre será en el Rockefeller Center, el BIVA Day, en donde se reunirán empresas mexicanas con inversionistas globales, en momentos en que la economía global atraviesa por un entorno complicado, por lo que sin duda el encuentro puede resultar provechoso. Por lo pronto, la moneda está en el aire.
elfinanciero
