Un movimiento social es un grupo de individuos que interactúan para defender una causa común, bajo una tesis, un objetivo claro, reglas internas, compromisos, carácter y determinación para lograr los propósitos esperados, al tiempo que con esta dinámica de interacción, naturalmente hacen comunidad corresponsable y combativa como se requiere.
Los miembros de las organizaciones pueden participar temporal o permanente en el tiempo, sumando voluntades, ideas, comunican, gestionan, constituyen reglas y códigos de conducta, compromisos con diversas causas y nomenclaturas que los identifica, contribuyendo así a la movilidad y vitalidad de ciertos fragmentos de la sociedad.
La finalidad de la mayor parte de organizaciones de la sociedad civil es alcanzar un ideal, proyecto, obtener una respuesta institucional global o local, generar un cambio de rumbo social, para terminar con una injusticia y más.
Durante el siglo XIX el concepto de movimiento social estaba ligado a la pretención de un cambio social radical, especialmente revolucionario, con un fin específico, una sigular identidad, (clase social o interés) y especialmente, con liderazgos, narrativas y estrategia distintas.
Su linea de acción puede ser ilimitada. Realizan campañas: movilizaciones ciudadanas para presentar a las autoridades las exigencias que les preocupan. Se concentran en distintas organizaciones y colectivos, con propósitos específicos. Convocan manifestaciones públicas, movilizan, hacen declaraciones en medios de información, dibulgan ideas y propósitos mediante estrategias de comunicación.
Las estrategias y autoridad moral de cada movimiento, tiene que ver esencialmente por la naturaleza de la causa que abanderan, la forma de comunicar a la población interesada, y desde luego, el tipo de liderazgos.
Un breve repaso en la historia nos permite recordar que entre los principales Movimientos Sociales que cambiaron el mundo estan
entre otros, el derecho de las mujeres a votar, el Movimiento por los derechos civiles, Movimiento por los derechos LGBT, Resistencia interna contra el apartheid, Movimientos por la paz en el mundo y desde luego, el Movimiento por la protección del ambiente.
Por su parte los Movimientos sociales en México que pusieron a prueba la estabilidad política del país, podemos referir de manera relevante, el Movimiento magisterial (1958), el ferrocarrilero (1959) los médicos (1964) el Movimiento estudiantil (1968), sin dejar de mencionar que el Movimiento social más importante en la historia de México fué sin lugar a dudas la Revolución Mexicana, primer gran movimiento social del Siglo XX.
Evidentemente en México, vivimos un proceso radical de transformación y cambio. Para nadie es desconocido que el país, está polarizado. El cambio de régimen, como todo proceso radical de transformación, polariza, confronta e ilusiona a la población.
El resultado hasta ahora son, logros dignos de reconocer, así como decisiones y fracasos que lamentar. En medio de todo esto, cuando la gobernanza es ejercida por un liderazgo presidencial singular que comunica todo el tiempo con su personal estilo y visión parcial de la realidad, puede ser abrumador. Más aún, cuando el liderazgo nacional no escucha ni no concede a nadie, por encima de su autoridad, la posibilidad de opinar distinto, porque quién se atreve, corre el peligro, de ser acusado de traición a la patria, resulta ser privativo de la libertad de expresión.
Frente a esta realidad nacional, hoy como nunca, los ciudadanos de nuestro país, que formamos parte integral de lo que referimos “sociedad civil organizada”, asumimos la responsabilidad histórica de trabajar juntos y esmeradamente, para dar paso a la formación, de lo que definimos en Causa Común por México, como el perfil del nuevo ciudadano de conciencia activa.
Más allá de gobiernos y partidos políticos, los ciudadanos debemos dar paso a la consolidación de las organizaciones ciudadanas que hemos formado en los últimos años, al tiempo de promover, entre los ciudadanos de todo el país, el mayor número posible de
organizaciones, que representen las distintas causas sociales que nos importan a los mexicanos, pero, sobre todo, que sus integrantes permanezcan plenamente dispuestos a trabajar y luchar para solventarlas.
Concluyentemente, no solo se trata de formar organizaciones, reclutar activista y luchadores sociales. Se estima conveniente iniciar un acelerado proceso de resiliencia en los procesos de formación, organización, estrategia, activismo, liderazgo y comunicación, para esculpir de esta manera, el perfil del ciudadano de Conciencia Activa que tanto se requiere.
POR FERNANDO ALBERTO GARCÍA CUEVAS
Fuente: heraldodemexico
