Madre primeriza, confinada y con más probabilidades de tener una depresión posparto

Durante la pandemia por coronavirus los sentimientos de incertidumbre y ansiedad se multiplican en las mujeres recién paridas

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Son madres que han parido sin la compañía de sus parejas (exceptuando algunos casos), que no han recibido visitas de sus familiares en el hospital, y se han marchado a casa con un bebé entre sus brazos y muchas incertidumbres sobre el futuro, agravadas por la soledad del confinamiento por coronavirus, que hacen que pueda estar rumiando mucho más la soledad de no tener cerca a su madre, a su suegra, a las amigas, vecinas…

En esas circunstancias tan difíciles y pese a la desescalada, la llegada al hogar con un bebé se asemeja, cuanto menos, complicada. De hecho, puntualiza Mª Ángeles Cerezo, catedrática de Psicología Básica y autora de «Si los bebés hablaran… su asombroso mundo emocional», «tras el parto la nueva madre regresa al hogar en una situación física y emocionalmente debilitada, y tiene que adaptarse a la crianza. Hay incertidumbre y, naturalmente, ansiedad. En estas semanas esto se produce en el contexto del confinamiento. Lo han sufrido embarazadas y han vuelto a un confinamiento un poco más abierto, sí, pero condicionadas todavía por la amenaza del virus que puede afectarlas a ellas o a sus seres queridos. La preocupación, la ansiedad se incrementa muchísimo, y esto repercute también en el bebé que puede estar más irritable»

De hecho, según indican los datos, el porcentaje de madres que en las primeras ocho semanas tras el parto pasa el llamado «baby blues» o tristeza transitoria tras el nacimiento de un bebé es altísimo, cercano al 70%, y para que esa tristeza duela menos, y se acabe pasando con el tiempo la clave está, señala Cerezo, «en atender psicológicamente cuanto antes a este colectivo. Pero me gustaría trasladarles también un mensaje positivo: seguro que lo harán bien. Tienen que tener claro que si ellas están bien, sus bebés estarán bien, porque ese círculo mágico que se crea cuando lo tenemos en brazos o lo estamos mirando es su mundo. Ahí dentro está todo lo que necesita estas primeras semanas de transición en las que está adaptándose a la vida».

«Hay que ofrecerles información con base científica, real, válida, para que puedan controlar esos sentimientos. Porque para pasar ese túnel, que ha de pasar, necesita tener cubiertos básicamente tres puntos: comer, dormir, y tener ayuda». Cerezo asegura que «si la madre come, duerme y tiene ayuda, adquiere sensación de control y esa tristeza, agudizada ahora al máximo en tiempos de coronavirus, esta fase se maneja mejor».

Por este motivo la también directora científica del Instituto Psicológico de la Infancia y la Familia (IPINFA), empresa spin-off de la Universitat de València, ofrece unas claves muy concretas para que esas mujeres puedan reducir su ansiedad. «Son esenciales y ayudarán a que la tristeza postparto sea más leve y la madre la pueda llevar mejor. En 3 o 4 semanas verá cómo siente que vuelve más a su ser».

1) COME BIEN. Lo ideal es despreocuparte completamente porque tienes en tu congelador comida que te gusta en porciones para cada día de las cinco próximas semanas. Si no lo tenías previsto hay solución. Cuando prepares tú, o quien te acompaña, una comida, procurar que sea de cuchara y hacer una cantidad que permita dividir en 4 o 5 porciones, si en vez de una olla aprovechas y se prepara a la vez otra cosa sencilla, con la misma idea, ya tendrás cubiertos dos días a la semana para las próximas. En dos o tres ocasiones que se haga eso, ya lo tienes. Los guisos con carne con pescado, con legumbres, con verduras, caldos, son sanos y funcionan súper bien.

2) DESCANSA. Vas a tener un sueño interrumpido. El bebé duerme 18-19 horas al día al principio sin distinguir día de noche. Considera que eres parte de esa transición de adaptación y prioriza dormir, aprovecha cualquier oportunidad, para sacar al menos ocho horas. Si no duermes descansa, te ayudará a estar mejor para ti y para tu bebé. “Suele haber unas ganas tremendas de recuperar la normalidad, pero es que hay que tener en cuenta que entre el nacimiento y la vida habitual hay un periodo de ínterin donde todavía no puedes pensar en hacer algo “normal”. Hay que tomarlo como un paso intermedio donde no se puede correr. La mujer se tiene que acomodarte al tiempo que le toca vivir pero bien pertrechada. Digamos que tiene que subir a una montaña muy alta, y puede elegir entre hacerlo con chanclas o con la comida preparada y buen abrigo… Una opción que va a ser muchísimo mejor”

3) CONECTA. Un bebé en la familia es un motivo de alegría para todos, no poder compartir esto en vivo con la familia y los amigos cuesta. El contacto se está haciendo por llamadas más bien videollamadas porque necesitamos vernos. Pero en estas primeras semanas es importante recuperar algo de control por eso es mejor que acuerdes que serás tú la que llames, así evitas ser interrumpida en el descanso, o el aseo… etc. Conectar con tu bebé requiere tranquilidad, mirarlo y admirarlo, conectar con los tuyos también es importante y entenderán que tú marques los tiempos. Da un espacio a conectar contigo misma y con quien te acompaña, teniendo tus momentos. Concéntrate en lo esencial.

Cerezo también tiene unas palabras de apoyo para los padres, a los que felicita y recuerda que “cada uno tiene su sitio”. “Que las parejas no se sientan mal. Cada uno tiene su papel y lo que hay que hacer es trabajar bien en equipo. Es el momento perfecto para que el padre se convierta en un apoyo fundamental a la hora de darle a la mujer ese acogimiento emocional esencial, y que mantenga la intendencia, las comidas y todas las medidas de higiene y de protección para la familia. Esto facilita la vida estas semanas para todos.

Para ellos van estos consejos:

1) GESTIÓN DEL ESTRÉS ESPECIALMENTE POR EL LLANTO DEL BEBÉ Cuando el bebé llora, mantén la calma mientras pruebas diversas maneras de tranquilizarlo. Al principio los bebés están protestando, quejándose o llorando hasta unas dos horas al día. Eso solo son las primeras semanas porque a los dos meses, más o menos bajan a una hora al día. Si llora más de 3 horas, 3 días a la semana es posible que sufra de cólicos, son dolorosos y hasta un 25% de los bebés los padecen las primeras seis semanas. Consulta con tu pediatra para ver que podéis hacer para aliviarlo. Túrnate con la madre para que se sobrelleve mejor.

2) CONEXIÓN CON EL EXTERIOR En la situación de confinamiento estamos interconectados. Habla con tu pareja sobre la gestión de los espacios y tiempos de conexión con el bebé y entre vosotros y la conexión con la familia exterior. Concéntrate en lo esencial.

Fuente: ABC

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