Tres de cada 10 mujeres embarazadas que llevan su control prenatal en los servicios de salud públicos son adolescentes, condición que se considera de riesgo.
Claudia Rojas, responsable de Salud Materna en la Jurisdicción Sanitaria Número 2, explicó que a una corta edad el cuerpo de estas pacientes no está adaptado para poder gestar a un bebé, por lo que deben permanecer bajo vigilancia constante de un especialista.
“Sobre todo la población menor de 15 años y mayor de 35, es la que debe llevar un control especial por ginecología. Solo contamos con un hospital general y la población que tenemos es mucha y se les tiene dicho a las usuarias, que por lo general las citas tardan hasta cuatro semanas, pero de que las hay, las hay”, dijo.
La entrevistada mencionó que, incluso, esta instancia reporta a las unidades cuando una futura madre se ausenta de sus controles, con el fin de localizarla y derivarla a la consulta pertinente.
Durante este lapso se puede detectar malformaciones, enfermedades congénitas, así como diabetes, preeclampsia, entre otras afecciones que pueden derivar en una emergencia e incluso la muerte.
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, Quintana Roo disminuyó un lugar en el ranking y aumentó de 42.7 a 57.1 el porcentaje de embarazadas con más de cuatro consultas previas.
“Les invitamos a que se acerquen a nuestros servicios de salud de primer nivel de atención para ingresarlas a su control; el no llevarlo puede ocasionar un desenlace al momento del parto complicado y desarrollar enfermedades como diabetes, hipertensión y un embarazo prematuro”, advirtió.
Fuente: SIPSE
