En esta ocasión, quiero hablarles sobre una conferencia particularmente relevante que tuve el placer de escuchar. En el reciente Festival de las Ideas, el destacado emprendedor argentino Leandro Viotto compartió insights valiosos sobre la intersección entre la educación y el emprendimiento como motores de cambio social. Con una trayectoria que incluye la creación de la Fundación Internacional de Jóvenes Líderes y la formulación de proyectos innovadores como el periódico Cultura en Red, Viotto se ha posicionado como un referente en la promoción del liderazgo joven y la acción social.
Viotto comenzó su charla titulada “La miseria, el Estado y la búsqueda de la prosperidad”, rememorando un momento de inspiración personal ligado a la música de Astor Piazzolla y la historia detrás de «Adiós Nonino», destacando cómo los momentos de adversidad pueden ser catalizadores de creatividad y cambio. Mencionó que “hay situaciones externas que nos empujan a salir del letargo en el que nos encontramos”. Este preludio sirvió para adentrarse en la temática de su presentación, la educación como herramienta fundamental en la lucha contra la pobreza y el estancamiento social.
El emprendedor argentino argumentó que la educación no debe verse como un bien meramente transaccional, sino como el pilar sobre el que se construye una sociedad más equitativa y próspera. Criticó la visión cortoplacista de la ayuda social que prevalece en ciertos sectores políticos, argumentando que los subsidios, aunque necesarios, no son una solución sostenible al problema de la pobreza. En su lugar, propuso un enfoque de largo plazo basado en la educación de calidad y la generación de oportunidades.
Viotto destacó la importancia de crear políticas públicas que no solo atiendan las necesidades inmediatas, sino que también promuevan la igualdad de oportunidades, permitiendo que cada individuo tenga la libertad de elegir su futuro profesional y personal. En este sentido, resaltó el rol del estado como facilitador de herramientas que propicien el desarrollo individual y colectivo, en contraposición a la idea de un estado paternalista.
En una crítica a la preferencia de algunos políticos por la educación privada, Viotto planteó una provocativa reflexión sobre la empatía y la responsabilidad social de los líderes. La calidad de la educación y la salud pública mejorarían sustancialmente si los funcionarios y sus familias fueran usuarios de estos servicios, subrayando la importancia de que aquellos en posiciones de poder experimenten las mismas condiciones que el ciudadano promedio. Tema, con el que concuerdo y estoy totalmente convencido.
Abordando la relación entre educación y progreso, el emprendedor subrayó cómo una población educada es menos susceptible a discursos populistas y más propensa a demandar soluciones racionales y sostenibles a sus gobernantes. En este contexto, Viotto llamó a una revalorización del mérito y el esfuerzo individual, señalando que la educación de calidad es la llave que abre las puertas al progreso y la libertad.
Finalmente, Viotto cerró su intervención con un llamado a la acción, instando a la audiencia a involucrarse y contribuir al cambio social. Con ejemplos de emprendimientos que han generado impacto positivo, destacó el poder de la creatividad y la innovación para resolver problemas sociales y promover un desarrollo más inclusivo.
La presentación de Leandro Viotto en el Festival de las Ideas fue un recordatorio poderoso de que la educación y el emprendimiento son fundamentales para construir un futuro más justo y próspero, su mensaje resonó en mi corazón y estoy seguro de que en de muchos. La muy discutida justicia social no debe ser distribuir el dinero de los ricos, la justicia social debe ser generar oportunidades a través de la educación para que todos podamos progresar por nosotros mismos.
Fuente: eleconomista
