Los empleados apagan la luz y se van al abismo laboral: dos súper ricos mexicanos cierran cines

La industria de exhibición del cine en México vivió en 2020 su peor año. Este 2021 no pinta mejor con el cierre de cines en la Ciudad de México, Estado de México y Guerrero. La capital del país es la entidad que cuenta con el mayor número de salas, con mil 840. Aunque no son los dueños de Cinemex y Cinépolis, las dos principales empresas exhibidoras, los que sufren los estragos de estos cierres, sino sus trabajadores, quienes además de ser parte de los recortes de estas empresas, han visto disminuidos sus sueldos o son obligados a descansar a falta de ingresos en taquilla.

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Cinemex y Cinépolis, las dos principales empresas exhibidoras de cine en México, están en crisis. El cierre de sus salas que se ha extendido por meses, debido a la pandemia de COVID-19, ha provocado que se comiencen a tomar medidas más drásticas para evitar ir a la quiebra. Sin embargo, más allá de que tiemble la fortuna de sus acaudalados dueños, quienes han resentido el impacto son los miles de trabajadores de estos complejos.

Germán Larrea, dueño de Cinemex, sigue posicionándose este 2021, por ejemplo, como uno de los hombres más ricos de nuestro país. Su riqueza de hecho creció un 65.16 por ciento más a diferencia de la de otros magnates como Carlos Slim, quien vio sus cifras caer un 2.97 por ciento, según refirió la revista Forbes.

La situación financiera del propietario de Grupo México, quien acumuló hasta la primera semana de enero 25 mil 600 millones de dólares frente a los 15 mil 500 millones con los que arrancó el 2020 en la lista de Forbes, contrasta duramente con la realidad de las 50 mil familias que dependen de manera directa de la industria de exhibición de nuestro país, y quienes desde hace casi un año han sido parte de los recortes de estas empresas, de la disminución de sus sueldos o de los descansos obligatorios que se les han impuesto ante la falta de ingresos en la taquilla.

Cinemex cerrará 145 cines indefinidamente. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro

La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) destaca que aunque desde junio de 2020, como fue el caso de Aguascalientes, fueron abriendo los cines paulatinamente en varios estados, en la Ciudad de México, el Estado de México y Guerrero aún siguen cerradas las puertas de los complejos cinematográficos.

Con el segundo cierre del 19 diciembre, y con recorte hasta este 14 de febrero, se han abierto dos mil 695 de las siete mil 630 salas del país, es decir, el 35.3 por ciento. La Ciudad de México representa el mercado más importante porque en esta entidad es donde se concentran el mayor número de salas con mil 840, de acuerdo con cifras del Anuario Estadístico de Cine Mexicano de 2019 del Imcine.

Es decir, hasta el momento se han reabierto el 35.4 por ciento de los cines del país (346 de los 977 cines existentes).

TRABAJADORES DE CINEMEX EN LA INCERTIDUMBRE

En medio de los cierres han quedado atrapados los trabajadores de los cines. Uno de ellos es Sergio, quien decidió contar a SinEmbargo su experiencia como empleado de Cinemex de forma anónima. Él, un joven de 25 años, se desempeñaba como gerente de un complejo en la Ciudad de México, pero en el mes de enero decidió renunciar después de meses de incertidumbre y el negro panorama que parece no mejorar para esta industria.

“Fue más que nada porque sabía que no había algo prometedor para el cine. Tú te das cuenta cómo desde que volvimos a abrir, la gente —en este caso los ‘invitados’—, no van al cine por miedo. La verdad es que la situación está muy complicada, la asistencia bajó hasta un 300 por ciento. Cayó mucho. Si teníamos antes 300 invitados, ahora eran 30 por día. Cuando regresamos a Semáforo Rojo pensé que esto no sería nada prometedor”.

Sergio, que llevaba cinco años trabajando en el complejo, explica que tras el primer cierre del 25 marzo se le recortó su sueldo de seis mil 500 pesos quincenales a la mitad por un periodo de dos meses. Sin embargo, con un Semáforo Rojo constante en la capital y uno naranja que nunca bajó, la asistencia a los cines, con su reapertura en agosto, no mejoró.

Eso sí, las cuentas en casa no disminuyeron. Se debía dar dinero para la despensa, el gas, la luz… las facturas no se ausentaron nunca. Explica que el dinero ya no era suficiente para salir adelante y decidió darse de baja de Cinemex para buscar un nuevo empleo.

En una situación similar también está Axel García. Hace año y medio se incorporó a la plantilla de Cinemex Cuauhtémoc, en la colonia Roma, para ser parte del staff multifuncional. Sus actividades iban desde dar servicio en la dulcería y la taquilla, hasta estar en la sala de proyección.

“Era muy buen lugar. Me gustaba el ambiente laboral que maneja Cinemex, es muy bueno y las políticas que tenía para nosotros nos beneficiaban mucho. O sea, había oportunidad de crecimiento, podíamos rotar horarios. Te facilitaban mucho el horario laboral”, explica.

Con una capacidad del 30%, desinfectando las salas entre cada función, sana distancia, se abrieron los cines en agosto de 2020. Foto: Crisanta Espinosa, Cuartoscuro

El joven de 22 años relata que contaba con todas las prestaciones de ley. Su sueldo ascendía a los tres mil pesos quincenales, y a veces más, si decidía hacer horas extras. Sin embargo, con la pandemia y el cierre, los primeros meses en casa los pasó cobrando mil 700 pesos.

No obstante, con el regreso en agosto de los cines, su sueldo no mejoró. Su cobro por hora se redujo junto a los horarios que dictaron las autoridades capitalinas y llegó a ganar mil 300 pesos. Axel cuenta que en todos esos meses desde el primer cierre la empresa estuvo en contacto con sus empleados, les explicaban la situación, pero a inicios de este 2021 eso cambió.

“No nos han avisaron aún nada. Hace aproximadamente un mes y medio hicimos una sala online, nos habían notificado que ya había aumentado el suelto del staff, que harían mejorías en el complejo. Estaban empleando ideas buenas para mejorar el cine, el pago o beneficios que tiene uno como trabajador, pero es momento en que todavía no nos avisan nada”.

Él se enteró del cierre indefinido de los 145 cines de la empresa en las noticias. Con estos complejos, que están fuera del área metropolitana, se espera se alivie la liquidez de la empresa, como lo informó Bloomberg el pasado 12 de febrero.

Axel, trabajó para Cinemex año y medio. Foto: Cortesía para SinEmbargo

Ambos trabajadores explican a este medio que durante el cierre estuvieron recibiendo cursos de capacitación de protocolos sanitarios y otros de retroalimentación. En los últimos dos trimestres del 2020 vieron a mucha gente renunciar en busca de un mejor empleo y otros más fueron despedidos como parte de los recortes.

La mayoría de los trabajadores son gente joven, pero también habían personas de la tercera edad que decidieron ya no volver al cine desde el primer cierre. Ahora enfrentarse a la búsqueda de trabajo en plena pandemia no mejora su situación.

“Busqué un tiempo, pero igual estaba muy difícil porque en los lugares donde fui a pedir ya estaban también recortando personal o no estaban contratando”, cuenta Axel que ya trabaja como auxiliar de oficina.

En cambio para Sergio la búsqueda sigue: “Es muy complicado encontrar un trabajo en plena pandemia. Es complicado porque buscas algo en lo que ya estabas, pero es difícil, y tal vez tengas que buscar algo en lo que tengas que empezar de abajo”.

CINÉPOLIS TAMBIÉN VIVE CONSECUENCIAS

Cinépolis, que ha abierto el 63.5 por ciento de sus cines a lo largo de la República, aseguró que no cerrará ninguno de sus complejos una vez que se levanten las restricciones en los estados en lo que está prohibida aún su reapertura.

La empresa, que dirige desde 2004 Alejandro Ramírez, envió un comunicado el pasado 11 febrero en el que mostró su solidaridad y respeto por sus competidores, e informó que aunque hay decisiones difíciles por tomar en la industria, el objetivo es el de sobrevivir: “La industria de exhibición cinematográfica ha sido una de las más afectadas por la crisis derivada de la pandemia de COVID-19. Las empresas del sector estamos enfrentando grandes retos y tomando decisiones muy difíciles con el único objetivo de lograr sobrevivir”, señaló.

Carlos, que también ha pedido mantener su identidad como anónima, trabaja para un Cinépolis en el Estado de México, dentro del área Metropolitana, desde hace 13 años. A lo largo de este tiempo ha ido avanzando de puesto hasta llegar a la parte administrativa que es donde ahora se desempeña. Antes de la pandemia percibía un sueldo de seis mil pesos quincenales, pero después de unos meses, con esta pausa en la industria, le disminuyeron 40 por ciento su salario en el mes de julio.

En este periodo, Carlos asegura que la empresa ha estado en contacto con sus empleados, se les han dado capacitaciones y cursos sobre protocolos sanitarios para certificarlos. Explica que incluso la comunicación de los directivos con el personal se ha hecho más estrecha a través de las aplicaciones de video, ahí les han dado la seguridad de seguir manteniendo su puesto.

“Cinépolis sí nos ha dado esa seguridad. La incertidumbre está. Nos urge abrir, no sabemos por qué no nos dejan cuando han abierto los gimnasios, otros lugares. Nos dicen que Cinépolis todavía tiene aire como para aguantar unos meses más, nos han pedido nuestro apoyo, y de hecho cuando hubo la reducción de sueldo, se nos invitó a ser empatados con la empresa”.

Actualmente Carlos, de 29 años de edad, sigue percibiendo 40 por ciento menos de su salario, de él depende su madre y su hija. Trabaja sólo tres días a la semana y a veces va al complejo a hacer algunas actividades como guardias y la limpieza.

Después de más de cinco meses de cierre, los cines abrieron en agosto de 2020. Foto: Mario Jasso, Cuartoscuro

Destaca que en la plantilla de su complejo hubo recortes de hasta el 30 por ciento de personal de nuevo ingreso así como de puestos clave como supervisores, otros más han decidido renunciar para buscar un mejor ingreso. Él sigue trabajando para la empresa, pero ha pensado en buscar nuevas opciones.

“De mí dependen mi mamá y mi hija nada más. Sí me ha afectado bastante sobre todo en la cuestión de que tengo mi casa y la estoy pagando. Es en lo que más me afecta, y el hecho de estar encerrados”.

“He buscado trabajo en otras plataformas como Computrabajo, todo es tipo de aplicaciones pero no he conseguido. Mi mamá vende productos por catálogo y con eso. Un amigo tiene un negocio y de pronto le ayudo”.

2020 UN MAL AÑO, 2021 NO PINTA MEJOR

Con el segundo cierre, que aún no termina para algunas entidades, y ante la ausencia de grandes estrenos como los de Hollywood, la situación para la industria cinematográfica en México no mejora en este 2021. Del 25 de marzo de 2020 al 14 de febrero se vendieron en todo el país 15.9 millones de boletos, en el mismo periodo de 2019-2020 fueron 314 millones de entradas.

De acuerdo con la Canacine, estas cifras se traducen a 298 millones de boletos no vendidos, es decir, 16 mil 335 millones de pesos.

Otro dato es que antes de la pandemia, en un fin de semana promedio se vendían 4.5 millones de boletos. Ahora, en este segundo fin de semana de febrero sólo lograron venderse 206 mil boletos en el país, es decir, sólo el 4.5 por ciento del promedio.

La industria del cine en México es una de las más importantes. Según el Anuario del Imcine que destaca cifras Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM) a través del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2018 el Producto Interno Bruto de la industria cinematográfica ascendió a 20 mil 110 millones de pesos lo que presentó el 0.09 por ciento del PIB nacional en ese mismo año. Para darnos una idea de la cifra, esta industria puede compararse con lo generado con la contribución de la fabricación de cemento y productos de concreto. 

El Imcine detalla que “por cada 100 pesos del PIB generado por el cine, 90 pesos corresponden a ingresos para las empresas, 10 pesos a la remuneración de las familias y 2 centavos son impuestos a la producción para el gobierno”.

Además, también hay que destacar que toda esta cadena del cine mexicano generó 30 mil 946 empleos, que puede ser comparada con los puestos de trabajo ocupados que presentó la industria básica del hierro y del acero (30 mil 977).

Fuente: sinembargo

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