Siguiendo los consejos de este investigador cualquiera podría hacerse rico

Contra todo pronóstico, este método resulta bastante sencillo y promete resultados

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Aunque muchos afirmen que el dinero no da la felicidad, lo cierto es que ayuda bastante. Ser rico y vivir sin preocupaciones económicas es el sueño de muchos que lo ven como un lujo solo al alcance de unos pocos privilegiados. Sin embargo, si se mira a algunas de las grandes fortunas que se han hecho a sí mismas, nace una pequeña esperanza de que quizás sea más fácil de lo que imaginemos.

No hay una fórmula mágica para hacerse rico, y aunque existen multitud de libros, estrategias o gurús que reflejan sus conocimientos para ayudar al resto de los mortales a amasar una buena cantidad, lo cierto es que de momento no existe ninguna fórmula matemática que asegure el éxito. Pero, ¿y si te decimos que un alto porcentaje de “millonarios de a pie” ha conseguido estar donde están gracias a un método que cualquiera podría realizar? Así lo asegura Thomas C. Corley, un experto en finanzas que decidió escribir un libro en el que aglutinaba muchos de estos consejos.

Lejos de crear una obra como muchas otras que prometen milagros, decidió realizar una investigación previa entrevistando a 230 ciudadanos de Estados Unidos que podrían considerarse ricos puesto que cumplían ciertos requisitos: cobrar un sueldo anual de más de 160.000 dólares y poseer propiedades por valor de al menos 3 millones.

Para su sorpresa, más de la mitad había conseguido este dinero por sus propios medios, sin fortunas caídas del cielo ni herencias, y casualmente la mayoría compartía una serie de hábitos que posteriormente decidió explicar en su libro “Cambie sus hábitos, cambie su vida”.

Este grupo reconoció que consiguió dicho estatus pasados los 50 y que la clave residía en el ahorro, de entre un 10 y un 20% de los ingresos mensuales a diferencia del 8% que logra salvar el ciudadano medio estadounidense. Al método que seguían para conseguirlo Corley lo denominó “el sistema de los cubos” que se basa en dividir dichos ahorros en cuatro categorías diferentes en función de para lo que los vayamos a utilizar: gastos inesperados, gastos cíclicos, gastos de jubilación y gastos específicos que explica de la siguiente forma.

El método de los cubos
-Gastos inesperados: los que se utilizarán en momentos de crisis para lograr salir del bache económico.

-Gastos cíclicos: una reserva enfocada por ejemplo a las vacaciones o un capricho que queramos concedernos.

-Gastos de jubilación: como su nombre indica, están planteados para vivir sin preocupaciones cuando dejemos de trabajar.

-Gastos específicos: enfocados a comprar una vivienda, un coche…

No hay duda de que esta estrategia resulta muy diferente a la que recomiendan otros expertos donde la inversión se torna crucial. Estamos ante un procedimiento que, aunque más laborioso, resulta ideal para los que no quieren jugársela.

Fuente: ABC

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