Los dos sospechosos de asesinar a la española residente en el estado de México finalmente han sido condenados a 80 años de arresto. El secuestro se produjo el 13 de septiembre de 2016 cuando la víctima se encontraba en el interior de un taxi. María, sobrina de Ángel María Villar (expresidente de la Federación Española de Fútbol), acababa de terminar un simple rato de asueto en un centro comercial en la exclusiva zona de Santa Fe, situada a las afueras de Ciudad de México. En el interior del vehículo, perteneciente y tomado desde el área comercial, llamaba a su marido para dar constancia de su camino hacia casa y confirmar que todo iba bien.
A penas unos minutos después, fue asaltada por otro vehículo, entretanto dos agresores confeccionaban el secuestro. María se resistió, pero fue abordada de forma violenta, y sólo dos días después, tristemente, fue localizada en un paraje de Santiago Tianguistenco, más alejado de la capital, y que forma parte de la inmensidad del estado de México. La familia habría estado en contacto con los secuestradores a los que les entregaron una prueba de vida y posteriormente pagaronun rescate de más de 65.000 pesos (3.557 dólares). Finalmente, los agresores, entre los que se encuentra un expolicía, cortaron toda comunicación.
Bajo la instrucción se han dado dos hipótesis: que habrían efectuado el crimen sobre la marcha de forma improvisada, pero poco después tomó forma la premeditación ante la investigación. El taxi se encontraba modificado para meter a la víctima en el maletero y fue llevada a una zona alejada y apartada.
El caso ha sido resuelto gracias a la eficiencia y la insistencia de su marido brasileño Cristiano do Vale. «Hoy la verdad me llena de satisfacción ver que, a pesar de todo lo que se dice del país, del cual nos enamoramos y elegimos para vivir hace unos años, tiene un sistema judicial en el cual confío», desahogaba sobre la esperanza depositada en México. «Esta sentencia significa dar un paso más en la búsqueda de justicia», expresó después del juicio oral. El matrimonio llevaba más de tres años residiendo en México, país que el marido ha abandonado tras el desgraciado asesinato.
El apoyo al juicio de la familia ha sido constante. Una de sus tres hermanas, Verónica Villar, habría expresado una semana antes la confianza en la justicia mexicana para que hiciera un trabajo acorde a la situación del juicio.
Toda la comunidad española, compuesta por más de 130.000 habitantes, habría estado en vilo y consternada durante y posteriormente al secuestro. Unos habitantes que han dado consuelo a la familia en los más de cuatro años que ha durado el juicio interrumpido en cuatro ocasiones. «Era una persona genial, generosa, inteligente, lleva de vida, simpática, con buen don de gentes, que había vivido en muchos países, y era la mejor hermana», constataba Verónica Villar.
Sólo el esposo ha podido estar presente en el juicio y en calidad de testigo. La familia no ha podido viajar por la existencia del covid-19, teniendo que seguir la audiencia de forma virtual.
El caso parece resuelto, aunque puede tener un tipo de apelación por parte de los defendidos, que se podrían acoger a un amparo en contra de la sentencia.
Fuente: ABC
