Cuatro de cada 10 reos de los Centros de Readaptación Social de Quintana Roo, regresan a la cárcel apenas seis meses después de ser liberados.
La principal razón de ello es que no existe un programa que les facilite conseguir empleo tras cumplir su condena, por lo consideran que la delincuencia es su única manera de sobrevivir.
Enrique Cercas López, profesor-investigador de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo), y quien realizó un estudio sobre la eficiencia de las cárceles de la entidad, explicó que si bien dentro de los penales se ofrece capacitación a los reos en oficios como carpintería, pintura, etcétera, no se cuenta con un programa para dar seguimiento a las personas una vez que obtienen su libertad.
“En Estados Unidos y hasta en otras entidades del país, como Querétaro o el Estado de México, existe un departamento dedicado a facilitar la obtención de empleos, aún informales, para las personas recién liberadas.
Esto reduce de manera significativa la posibilidad de que una persona que cometió robo o cualquier otro delito menor no vuelva a reincidir, ya que se garantiza que tiene una forma de ganarse la vida”.
Pero el modelo que impera en Quintana Roo prácticamente los abandona a su suerte, añade el especialista, lo que favorece que vuelvan a cometer delitos al no contar con una forma legal de ganarse el sustento.
De acuerdo con información del sistema penitenciario de Quintana Roo, 3 mil 147 reos se encuentran en alguna de las cárceles de la entidad.
El 70% fue encarcelado por delitos del fuero común, principalmente por asalto a comercio y robo a casa habitación.
Cada año, alrededor de 260 personas son liberadas tras cumplir su condena, que en promedio es de 2.3 años.
En menos de seis meses, el 40% de ellos regresará al penal, según las estadísticas oficiales.
Esta es una de las razones, de acuerdo con Cercas López, por las que los Centros de Reinserción Social de Chetumal, Cancún, Playa del Carmen y Cozumel están sobrepoblados.
Fuente: SIPSE
