Los disturbios raciales en múltiples ciudades de Estados Unidos tras la muerte del afroamericano George Floyd, a manos de la Policía de Minneapolis, Minnesota, añaden un importante factor social a la complicada reactivación económica que enfrenta el país como consecuencia de la pandemia del Covid-19.
El presidente de EEUU, Donald Trump, volvió a criticar a los gobernadores de algunos estados ser «débiles» e insistió en la necesidad de «arrestar gente», según se hicieron eco distintos medios de comunicación patrios.
«Tenéis que dominar. Si no domináis, estáis perdiendo el tiempo», dijo Trump según publicó el Wall Street Journal. «Os veréis como un montón de idiotas. Tenéis que arrestar gente. Y hay que juzgar a las personas y tienen que ir a la cárcel por largos períodos de tiempo», añadió.
El mandatario, que planea designar al movimiento antifascista Antifa como una organización terrorista al acusarla de estar detrás de los disturbios, estuvo acompañado del fiscal general, William Barr, quien también hizo hincapié en la necesidad de una fuerte presencia policial, y del presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley.
Las protestas durante los últimos días, donde se registraron al menos tres víctimas mortales, han derivado en el arresto de al menos 4.400 personas, según Associated Press, a medida que las manifestaciones inicialmente pacíficas, han contado con múltiples episodios de violencia y saqueos que afectan también a las operaciones de múltiples empresas y pequeños comercios.
Así, Amazon ha reducido sus entregas y cerrado sus centros de entrega en Chicago, Los Ángeles y Portland. Por su parte, la cadena minorista Target, que ya había cerrado 32 tiendas alrededor de su sede en Minneapolis, extendió esta decisión a docenas de establecimientos todo el país. Apple también ha tomado la decisión de mantener cerradas algunas sus tiendas teniendo en mente «la salud y seguridad de sus equipos».
Desde Moody´s Analytics, su economista jefe, Mark Zandi, aseguró a Bloomberg que «las tensiones raciales pueden desbordar la situación por completo» en un momento en que muchos estadounidenses todavía desconocen si volverán a recuperar su empleo a medida que reabre la economía. «Esto resalta la profunda desesperación en EEUU», añadió, citando un 20% de desempleo y 50 millones de trabajadores que bien han perdido su puesto de trabajo o han enfrentado recortes en sus sueldos.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo el lunes que estaba considerando imponer un toque de queda en la ciudad mientras las tropas de la Guardia Nacional se desplegaron durante el fin de semana en 15 estados y Washington D.C. en un intento por sofocar una sexta noche de violencia por la muerte de Floyd.
«Los disturbios sociales realmente descarrilan la recuperación económica para los pequeños negocios que intentar reabrir», indicó en Yahoo Finance el director de inversión de Deutsche Bank Wealth Management, Deepak Puri, quien no considera que esto vaya a ser algo que obstaculice permanentemente la producción económica, «pero realmente preocupa».
Es importante tener en cuenta que en estos momentos la mayor economía del mundo cuenta con 1,79 millones de infecciones por coronavirus que han provocado 104.484 muertes. Aún así, todos los estados han reabierto parcialmente y algunas de las ciudades afectadas por los disturbios, como Los Ángeles y Washington DC ya habían comenzado a reducir las restricciones a los servicios no esenciales. La ciudad de Nueva York, el centro de la pandemia en EEUUl, tiene previsto reiniciar la construcción, las fabricas y el comercio minorista a partir del próximo 8 de junio.
Precisamente, los gobiernos municipales y sus presupuestos se han visto afectados por las medidas de confinamiento y el freno de la actividad económica y difícilmente pueden pagar ahora sumar los costes adicionales derivados de las horas extras de la policía al hilo de las protestas. Incluso antes de estos, los demócratas en el Congreso ya aprobaron un proyecto de Ley para destinar hasta casi un billón de dólares en financiación a los gobiernos estatales y locales.
Fuente: eleconomista
